La vida cotidiana en los campos de refugiados de Líbano

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Unos 500.000 palestinos viven en los 12 campos de refugiados de Líbano. Es una cifra aproximada, puesto que algunos ni siquiera están censados. Llegaron tras el Al Nabka, después de la guerra de 1967 o simplemente, palestinos que tienen que salir de Israel porque los están buscando. Ahora se han visto condenados a no poder salir de un perímetro de poco más de 2 kilómetros cuadrados, en algunos casos.

Una realidad o, como diría Al Gore, una verdad incómoda. Que está ahí, desarrollándose por sí sola, sin voz, sin difusión, sin posibilidad de salida al mundo. Acostumbrados a que todas las imágenes que están relacionadas con los palestinos sean bombas, muertos, armas o violencia, la ONG ALDEA ha querido romper con los tópicos.

Han publicado un libro de fotografías de Joseba Zabalza con texto de Alberto Cruz en el que se refleja la vida cotidiana en estos campos de refugiados. “Los estereotipos que nos venden en los medios de comunicación son de palestinos con armas o muertos. Yo he fotografiado a las mujeres en la peluquería, a la gente tomando té o jugando a las cartas... También a palestinos con armas. Es una parte de la realidad, pero no toda. He querido dar una imagen de la realidad en su conjunto”, explica Joseba Zabalza.

El fotógrafo cuenta que era la primera vez que entraba en el mundo árabe, que ha sido el viaje más importante que ha hecho y que hubo muchas cosas que le llamaron la atención. “Una de sus diversiones es el palomar. Sueltan las palomas y dan vueltas por todo el campo de refugiados”. También asegura que es gente muy hospitalaria y que reivindica el retorno desde la soledad en la que se encuentran. “Esta gente está olvidada”, sentencia.

Este libro se llama 'Historias de Fuerza y Soledad' y contiene 63 fotografías. De ellas, 41 pertenecen a la exposición que se puede visitar en la Universidad Popular de Logroño hasta el 15 de julio. Se inauguró el 16 de junio, cuando además se proyectó el documental '... y nada más importa', que estará presente en la exposición permanentemente.