Las borracheras empañan la memoria

Un equipo conjunto de dos universidades británicas ha realizado pruebas de memoria a 26 bebedores compulsivos y las ha comparado con las de personas que beben con moderación. Los primeros tuvieron resultados drásticamente peores, incluso cuando estaban serenos.

En una ponencia durante el encuentro anual de la Sociedad Psicológica Británica plantearon, a la vista de estos resultados, que los excesos con la bebida dañan el desarrollo cerebral. En realidad, ya es sabido que el alcohol altera la memoria, pero este estudio se ha centrado en una edad especialmente importante del desarrollo cerebral (chicos de 17 a 19 años).

Los investigadores definieron el consumo compulsivo como un mínimo de ocho unidades de alcohol en cada consumo (en varones) y seis para mujeres una o dos veces por semana. Sin embargo, los científicos registraron que en sólo dos sesiones de consumo, los compulsivos bebían como promedio 30 unidades de alcohol.

ALMACÉN DE PROBLEMAS

A los chicos se les realizaron las pruebas de memoria tres o cuatro días después de las borracheras, de forma que sus organismos estuviesen libres de alcohol en el momento de llevarlas a cabo. Se les pidió que respondieran a preguntas como cuál era la frecuencia con la cual olvidaban realizar tareas que habían previsto, tales como encontrarse con amigos. Se realizó también una prueba de memoria con un video.

Thomas Heffernan, director del estudio, explica que a pesar de que en el cuestionario no había diferencias entre bebedores compulsivos y moderados, los análisis sobre pruebas prácticas los hacían claramente peor los jóvenes que más bebían. De hecho, estos olvidaban tres veces más cosas que el resto del grupo.

El experto ha aclarado que es posible que las regiones del córtex prefrontal o el hipocampo estuvieran afectadas por el alcohol, y que más allá de dañar su memoria, estos adolescentes cuyos cerebros están aún en fase de desarrollo podrían estar “acumulando problemas para el futuro”.