Avenida de Portugal se alquila

Basta con pasearse por el centro de Logroño para darse cuenta. En Vara de Rey, en el paseo de las Cien Tiendas e, incluso, en la Gran Vía, los carteles de 'liquidación', 'se vende', 'se traspasa' o 'se alquila' proliferan por doquier. Pero hay una calle donde la coincidencia de carteles reclamando arrendatario resulta especialmente llamativa.

No en vano, en apenas 300 metros, el paseante puede cruzarse con hasta seis locales con el cartel de 'Se alquila' colgando de su escaparate. Se trata de Avenida de Portugal, una céntrica vía que hoy se duele de establecimientos vacíos.

Algunos llevan ya meses cerrados. Es el caso del bajo, por ejemplo, donde se ubicaba la tienda 'Antonio Moda'. Otros son espacios de pequeño tamaño como el de la ya desaparecida tienda de 'Antigüedades Salmerón' o el establecimiento que Vodafone tenía muy cerca de allí; también los hay bastante grandes como aquel que ocupaba una parafarmacia o el que, a la entrada del pasaje, aún conserva el nombre de la tienda de moda 'Marian Ausejo'.

Casualidad o no, Avenida de Portugal no es más que un ejemplo sintomático de lo que, desde un tiempo a esta parte, sucede en las calles de la capital riojana. Aunque cada comerciante lo interprete a su modo.

BUSCANDO UN PORQUÉ“Éste es el resultado de un sistema de comercio, el clásico, que ha caducado”,

asegura Michel, encargado de 'Valero', tienda de moda masculina que se ubica en Avenida de Portugal. “Aunque, -matiza-, cada cierre de comercio venga motivado por diferentes cosas”. En unos, según apunta, la situación económica puede haber sido determinante; en otros, el propio fin de una forma de negocio podría ser el culpable.

Algo parece claro, sin embargo, tras escuchar su discurso. Ni la intensidad de la circulación de coches por la calle ni las recientes obras en la Gran Vía han beneficiado a los comerciantes de la zona. “Tampoco la peatonalización futura de Bretón de los Herreros traerá nada más que un tráfico rodado más rápido”, prevé. La especialización de las tiendas será, según él, la única salida para los comerciantes tanto en su calle como en el resto de la ciudad. “Tenemos que captar al cliente que busca algo especial”, concluye.

Una opinión bastante diferente tiene Eduardo, propietario del establecimiento de moda 'Mandarina', situado en la misma calle. Para él, el problema no radica en la necesidad de especialización sino en el elevado número de comercios en la ciudad. “Somos demasiados, más de los que debemos”, sentencia para proseguir: “El problema no es el consumo, que sigue siendo más o menos el mismo, sino que hoy hay un 45 por ciento más de metros cuadrados de superficie comercial en la ciudad”.

A su juicio, sin embargo, las grandes superficies tampoco se han beneficiado de ese desarrollo. “Yo no cambiaría mi local aquí por uno en un centro comercial”, asegura. Y es que la crisis no se limita, según arguye, al comercio de centro. “Aquí y en otras ciudades, los comerciantes de las grandes superficies aún están peor”, afirma.

Eso sí, Eduardo defiende que el difícil momento por el que pasa el comercio en el Logroño más céntrico podría haberse evitado. “Era hace diez años cuando necesitábamos aparcamientos y no ahora”, ejemplificia este comerciante, que no duda en acusar a políticos y responsables de asociaciones del sector de “falta de planificación”.

“Ahora ya no tiene solución por mucho que quieran poner paños calientes”, opina. En cuanto a las peatonalización de calles como la de Bretón de los Herreros, el responsable de 'Mandarina' se muestra tajante. “Ninguna calle en la ciudad es realmente peatonal: en ellas aparcan más coches que antes”, arremete.

Por otra parte, según cree, el comercio necesita vida y las calles peatonales no la dan; al menos, no en Logroño donde, según él, este tipo de vías no funcionan. “Lo mejor es que no peatonalizarán tampoco Bretón de los Herreros porque es gastar dinero para nada; de hacerlo, los comerciantes que están allí deberían ir preparándose para cerrar”, vaticina.