Guardiana de los logroñeses
La Virgen de la Esperanza vive este jueves, 18 de diciembre, su día grande. Patrona de la ciudad de Logroño desde hace sesenta años, ella es además Alcaldesa Mayor de la capital riojana, desde que tal día como hoy, en 1976, fuera así nombrada por la Corporación Municipal.
Sin embargo, la veneración a la Virgen de la Esperanza, cuya imagen se encuentra al resguardo de la Iglesia Santiago El Real de Logroño, se remonta siglos atrás. Al menos, así lo atestigua la existencia, desde 1.641, de la Cofradía que, bajo su nombre, le rinde tributo.
Un homenaje dedicado a reconocer su intervención favorable a los intereses de los logroñeses en el Sitio de Logroño, cuando, allá por 1521, se refugiaron en la Iglesia de Santiago e invocaron su ayuda.
Mucho antes, incluso, se puede hablar ya de la Virgen de la Esperanza como advocación de la capital riojana. Así lo cuentan las leyendas que hablan de una intervención de la Patrona en la legendaria batalla de Clavijo.
Según narra la historia, ante la angustiosa situación de las tropas cristianas tras la derrota en la batalla de Albelda, el rey Ramiro, junto con los monjes del monasterio de San Prudencio, se pusieron bajo la protección de la Virgen. Al día siguiente, se sucedería la exitosa intervención del apóstol Santiago en el monte de Clavijo.
UNA COFRADÍA PARA LA PATRONA
La Cofradía de la Virgen de la Esperanza, la más antigua de las existentes en al capital riojana, es, como no podía ser de otra forma, la protagonista de las celebraciones del 18 de diciembre. Los actos dan comienzo, de víspera, con la llamada a Concejo y ofrenda floral en la iglesia Santiago El Real de la capital riojana, y se prolongan durante el día 18, a pesar de que casi todos los años esta fecha no sea contemplada como día festivo local.
Ése ha sido precisamente uno de los principales caballos de batalla de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza. No en vano, el hecho de que el día sea laborable impide que los logroñeses puedan implicarse todo lo deseable en el homenaje a su patrona. Tanto es así que los hay, incluso, que hoy en día desconocen su patronazgo sobre la ciudad. Así las cosas, pocos son los que se acercan el día 17 a la ofrenda y escasos, aunque algo más numerososos, los que acompañan a la Patrona de la Ciudad en la tradicional misa y procesión del día siguiente.
Eso no modificará, sin embargo, un ápice el recorrido de la imagen de Santiago que, este jueves, como cada año, volverá sus ojos a la ciudad desde distintos lugares del Casco Antiguo para mirar a su pueblo y asegurar su protección.
La crisis económica en boca de todos sí ha podido, por el contrario, este año con la comida de hermandad que la Corporación Municipal recuperó el año pasado con motivo de la festividad de la patrona y en 2008 ha optado por eliminar.
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