Hoy el multacar comienza a denunciar
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Ya existe en otras ciudades como Vitoria, Bilbao, Valladolid o Albacete y parece que está funcionando. El método a seguir es muy sencillo. Se realiza una primera pasada y se recogen todas las matrículas de los coches infractores. En la segunda vuelta, unos 10 minutos después, si el vehículo sigue ahí: carta de amor de la Policía Municipal.
El multacar se pone hoy en marcha en Logroño tras dos semanas de pruebas. Se acabaron las concesiones. En estos días, ha fotografiado a los coches en doble fila y con este documento se ha mandado a la casa de esos conductores una nota por ahora tan solo informativa, en la que se les advertía que a partir de hoy esta misiva se iba a traducir en un pago de 43 euros, 31 con pronto pago.
Y es que qué decir de la idiosincrasia de los logroñeses. Cualquiera que viva en la capital riojana lo puede comprobar con sus propios ojos: la doble fila es el deporte local. El concejal de Seguridad Ciudadana, Atilano de La Fuente, ya describió nuestras particulares costumbres en unas declaraciones que levantaron ampollas: “Dejamos el coche aparcado en doble fila, mientras nos vamos a tomar café o vinos de bar en bar”.
Atilano se explica: “En Logroño tenemos un forma muy particular de conducir y aparcar. Lo que tenemos que hacer es concienciar a la gente de que si tenemos un vehículo y lo llevamos al centro, lo que tenemos que hacer es aparcarlo porque está causando un problema al que aparca bien. Ante el egoísmo individual, tenemos que mirar por el bien de la mayoría”.
Esta es una ciudad pequeña y tranquila, en la que se puede ir andando a todos los sitios. También podemos ir en el autobús público, pero todos sabemos que llegamos antes a pie. “Queremos tener un transporte urbano moderno y que cumpla con sus horarios, pero es imposible a veces por la cantidad de vehículos que hay aparcados en doble fila”, señala Atilano.
El multacar actuará en todas las calles, pero principalmente en las preferentes, donde hay más problemas de circulación. Es en estas vías donde en muchas ocasiones los conductores tienen que sortear los vehículos a ambos lados de la calzada como si de un rally se tratase. Éstas son, entre otras, Avenida Portugal, Vara de Rey, Murrieta o Bretón de los Herreros, República Argentina o Pérez Galdós, aunque hay sitios donde ni siquiera se puede parar, por ejemplo, en la calle Chile.
Su horario en un principio es de 9 a 13 y de 16:30 a 20 horas. Las horas más conflictivas son las 9 de la mañana, el mediodía y las 8 de la tarde, es decir, las entradas y salidas del colegio y el trabajo. En este sentido, el concejal considera que no hay que aprovechar momentos puntuales, como llevar o recoger niños de la escuela, para sacar una rentabilidad. No obstante, apunta que la gente está mal acostumbrada y que debería dejar el coche en un parking, que es gratuito durante 15 minutos. “La gente tiene que ocupar un espacio físico cuando existe la necesidad de dejar a los críos en el colegio y con eso se va a ser permisivo”, señala el policía que acompaña al conductor del multacar.
Si conducimos, nos habrá sucedido alguna vez que no podíamos salir con el coche porque otro vehículo nos lo impedía. La solución era, hasta ahora, hacer mala sangre, tocar el claxon hasta que el individuo se diera por aludido o incluso ir a buscar al conductor por los bares o comercios colindantes. La opción de llamar a la grúa, casi siempre, quedaba descartada porque para cuando llegara, lo mismo el vehículo ya había desaparecido.
“La teoría es que se puede parar dos minutos, pero la práctica es que si te pillan, te denuncian”, nos explica Jesús Collado, de Grúas Logroño S.L., quien nos explica su modo de actuar. El vehículo posee dos cámaras, una en blanco y negro, para fotografiar bien la matrícula, y otra en color, para ubicar la infracción. Por ahora sólo multarán coches, porque, tal y como afirma Jesús, las matrículas de los ciclomotores no se distinguen bien por tener el fondo amarillo. Sin embargo, el policía que siempre va de copiloto si que puede denunciar cualquier infracción que vea de peatones, ciclomotores e incluso bicicletas. Además, es el quién al final valida todas las multas.
El multacar tiene una grúa incorporada, pero en caso de tener que retirar un coche, utilizarán otra, ya que no puede realizar dos servicios a la vez. “En principio tendría que hacer un trabajo más intenso pero a partir de los tres meses de funcionamiento, el trabajo se reduce a una hora solamente porque, según las experiencias en otras ciudades, la doble fila bajará en más de un 50%”, destaca el concejal.
A parte de la doble fila y de la retirada de los coches con la grúa, el multacar incorporará próximamente nuevos servicios. Podrá denunciar a los vehículos cuando rebasen el límite permitido para carga y descarga, los que estén aparcados en zona prohibida o encima de la acera y aquellos vehículos que estén reclamados judicialmente (robados o con embargo) independientemente de que hayan cometido o no infracción.
Durante el recorrido nos encontramos un coche en la esquina de Avenida Portugal con Víctor Pradera. “Este es el típico caso de: este sitio es mío. Vienen y aparcan siempre en su esquinita”, nos cuenta el conductor del multacar. Una triquiñuela es la de poner los intermitentes cuando se deja el vehículo en doble fila, como si eso nos eximiera de toda responsabilidad. Nos encontramos dos vehículos en la calle Huesca en esta situación: “Deben ser de la misma persona y los hemos denunciado todos los días”. Un poco más adelante nos encontramos un coche de autoescuela aparcado en doble fila frente al negocio: “¡Vaya ejemplo!”, exclama Jesús Collado. Y así, vemos infinidad de casos. Hasta 80 denuncias al día ha registrado el ordenador del multacar durante estas dos semanas de prueba.
Los ciudadanos de Logroño pueden ver cada día además como hay una gran cantidad de coches aparcados frente a la comisaría de policía de Doctores Castroviejo, la mayoría de ellos no precisamente de patrulla. Es fácil deducir que pertenecen a trabajadores de la comisaría o que son coches camuflados. En este último caso, no cumplirían su función puesto que sólo hay que darse una vuelta para detectarlos.
“Hay que tener en cuenta que en las peatonales hay un horario de carga y descarga, que se tiene que recoger a los niños del colegio y que la gente tiene que acudir a la comisaría para hacer gestiones. No obstante, el ayuntamiento lo va a regular con unas cámaras”, señala el policía.
El conductor del multacar asegura que todos los aparcados frente a la comisaría son vehículos del Cuerpo Nacional de Policía, ya que al dar los datos por la emisora, aparecen como 'matrículas blancas'. Sin embargo, es consciente de que cualquiera puede pasar por ahí y apuntarse todas las matrículas.
“El pliego para el control de cámaras de las calles peatonales va a salir en abril y los que entren y salgan deben tener una autorización expresa. Entonces eso se eliminará totalmente, aunque no quita que el multacar pueda entrar en las peatonales”, asevera Atilano ¿Cree que los policías se multarán a sí mismos?, le preguntamos. “Sí, ¿por qué no?”, responde.
¿DISUASIÓN O RECAUDACIÓN?
Los logroñeses se preguntan si precisamente ahora, cuando nos encontramos en una crisis que tan solo acaba de empezar, es un buen momento para poner en marcha el multacar. La sanción económica varía según la gravedad de la infracción. Lo mínimo son esos 43 euros, 31 con pronto pago, por aparcar en doble fila. Lo máximo, cuando te retiran el vehículo con la grúa, que te puede costar unos 256 euros. Para los mileuristas supone más de un cuarto del sueldo mensual, pero para los parados, es algo que no pueden asumir.
El servicio de grúa, que se adjudicó en 2007 a la empresa 'Grúas Logroño S.L.', recogió 5.692 vehículos durante 2008 y recaudó un total de 412.416 euros. El contrato con la concesionaria estipula una cifra anual de pago por parte del Ayuntamiento de Logroño cuantificada en 380.000 euros. En caso de que se exceda de esa cantidad, como es el caso, el consistorio deberá abonar a la concesionaria la mitad de la cuantía. Lo que habrá que comprobar cuando termine 2009 es si el multacar ha propiciado mayor beneficio que el año pasado.
La policía del Depósito Municipal de Vehículos defiende que con seis u ocho agentes se podría resolver el problema de la doble fila y que muchas veces vienen a recoger el coche parados, les cuentan su situación y prácticamente se les cae el alma al suelo. Creen además, que el multacar sanciona indiscriminadamente, pero que un policía puede valorar el motivo por el que una persona ha dejado el coche en doble fila, si es porque ha subido a buscar a su madre impedida para llevarla al médico, o si lo deja porque se está tomando un café.
Atilano de La Fuente asegura que es una medida disuasoria y educativa y que para eso tan solo se multará en la segunda pasada, es decir, como mínimo dejan un margen de 10 minutos. “Los agentes lo que hacen es denunciar y a lo mejor sólo lleva el conductor 2 o 3 minutos aparcado. Lo que no hacen es preguntar y esa es su obligación. Por lo tanto, el multacar es en principio más generoso de lo que puede ser cualquier agente”. Además, el concejal de Seguridad Ciudadana explica que en todos estos años en los que la policía ha estado actuando contra la doble fila, no se ha evitado y que no sobran agentes para las múltiples competencias que tienen, como la seguridad o la atención a las víctimas del maltrato.
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