Los McCann podrían volver a Portugal
El matrimonio McCann se ha replanteado su disposición inicial a regresar a Portugal para participar en una reconstrucción de la noche del 3 de mayo en la que su hija mayor Madeleine desapareció de la habitación en la que dormía junto a sus hermanos, después de la supuesta filtración de extractos de las transcripciones de sus testimonios en la investigación acometida por la Policía lusa.
El portavoz de la pareja de médicos de Leicesershire (Inglaterra), Clarence Mitchell, confirmó el malestar de ambos por la difusión de pasajes de sus declaraciones, en las que habrían reconocido que la mañana previa a su desaparición, la pequeña preguntó a su madre por qué no había acudido la noche anterior cuando ella y otro de los hijos de la pareja estaban llorando.
La filtración, que de haber salido de la Policía quebraría la ley, ha llevado a Kate y Gerry McCann a reflexionar acerca de su colaboración con los responsables de las pesquisas en Portugal, que mantienen sobre ellos el estatus de 'arguido', figura empleada en el país vecino para denominar a los sospechosos oficiales y cuya retirada podría haber sido también negociada por los abogados de la pareja como condición para su regreso a Praia da Luz, en el Algarve, donde hace casi un año su primogénita desapareció pocos días antes de cumplir cuatro años.
Según su portavoz, el matrimonio considera que se ha orquestado una campaña de difamación en torno a ellos y, en consecuencia, su disposición a colaborar con la Policía lusa podría haberse quebrado, especialmente después de que la filtración de las transcripciones de sus entrevistas tuviesen lugar, precisamente, el día en que se trasladaron a Bruselas para pedir a los dirigentes comunitarios un sistema de alerta para los casos de desaparición de niños.
INVESTIGACIÓN
Así, la pareja pretende que las autoridades lusas acometan una investigación a fondo acerca de la difusión de sus testimonios y que el propio Ministerio de Justicia determine si las entrevistas se pasaron deliberadamente a un medio de comunicación español la misma jornada en la que reclamaron a los 27 un protocolo de actuación de ámbito europeo.
Paralelamente, el parlamentario de su circunscripción, Stephen Dorrell, ya anunció que pedirá al departamento de Exteriores británico que medie sobre esta cuestión con las autoridades portuguesas, si bien desde la Foreign Office han advertido de que cualquier contacto con la Policía del país vecino se acometería en el ámbito privado.
Con todo, la negativa de los McCann en torno a una reconstrucción no es total, según matizó su portavoz, quien aclaró que la disposición sigue en pie, si bien “estos sinsentidos de las últimas 24 o 36 horas no ayudan de ninguna manera a sus ganas de volver” y sus abogados barajan la posibilidad de denunciar lo que Clarence Mitchell calificó de “difamación deliberada” y “atentado descarado para minar su trabajo en Europa”.
UN “APARTE”
Además, el portavoz de los McCann aprovechó para contextualizar el contenido de las filtraciones y aseguró que las palabras de Madeleine acerca de su llanto desatendido la víspera de su desaparición habían sido un “aparte”, puesto que sus padres comprobaban cada media hora el estado de sus tres hijos y no los habían oído llorar en ningún momento.
Aún así, reconoció que la pareja era consciente del error cometido cuando dejaron a sus vástagos solos en el apartamento alquilado por la familia mientras ellos cenaban en un restaurante próximo con unos amigos, aunque aclaró que “nadie, pero nadie, lamenta más que ellos lo que pasó”. “Y posiblemente tendrán que vivir con ello por el resto de sus vidas”, aseveró.
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