Los Spurs se emplean a fondo en la primera jornada

Se abrió la temporada en la NBA y la jornada inaugural no defraudó a nadie. Hubo emoción, amagos de sorpresa y también un hombre espectacular, Kobe Bryant, quien, pese a sus 45 puntos, no pudo evitar la derrota de su equipo ante los Houston Rockets.

Los actuales campeones, los San Antonio Spurs, sufrieron más de lo previsto para derrotar a los Portland Trail Blazers (106-97). Tras recibir el anillo de campeones de la pasada campaña y renovar a su máxima estrella, el alero Tim Ducan hasta 2012, el equipo vio como ni los números de éste (24 puntos y 13 rebotes), ni los del base francés Tony Parker (19 puntos), eran suficientes para distanciar a un equipo joven, el de los Trail Blazers, que en el último cuarto dio un arreón final para poner el suspense en la cancha AT&T.

Suerte que los San Antonio cuentan también Manu Ginóbili, que con sus 16 puntos y ocho asistencias dio la puntilla al equipo de Sergio Rodríguez. Por cierto, el español salió como reserva con los Trail Blazers y en cinco minutos anotó dos puntos, falló un intento de triple y dejó a cero su cuenta de rebotes y asistencias.

BRYAN NO ES SUFICIENTE

A pesar de los 45 puntos de su estrella, los Lakers vivieron en sus carnes la peor manera de caer derrotados: un triple de alero de los Houston Rockets Shane Battier, en los últimos segundos, puso el definitivo 95-93 para el equipo tejano.

Bryant vive sin vivir en él. Quiere irse de los Lakers, pero no encuentra la oferta. Mientras, soporta los abucheos de los seguidores angelinos y les hace callar con un partido magnífico para volver a recibir sus aplausos. Son las cosas de las estrellas, de alguien capaz de batir de nuevo su marca individual con 27 lanzamientos que hizo desde la línea de personal para un sólo partido. El problema es que a Bryant sólo Derek Fisher le acompañó con buenas cifras.

Así, los Rockets, con dos grandes jugadores como Tracy McGrady (30 puntos) y el pívot chino Yao Ming (25 tantos, 12 rebotes) aguantaron el chaparrón Bryant y, en el último suspiro, lo hicieron trágico. Tanto para tan poco.

Finalmente, los Utah Jazz demostraron, una vez más, que son un equipo de los que meten puntos. 117 le cayeron a los Golden State Warriors, estacandos en 96. Carlos Boozer, con 32 puntos y 15 rebotes, lideró a los Jazz.