Más cerca de la vacuna contra el sida
Un equipo internacional, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha obtenido avances en el desarrollo de una vacuna preventiva contra el VIH, el virus causante de la pandemia del sida. El modelo propuesto, basado en vectores del virus vacunal modificados genéticamente, ha sido probado en macacos y en un ensayo clínico de fase I en humanos. Asimismo, los autores han probado la viabilidad de su administración por vía respiratoria, con aerosoles, lo que facilitaría su uso en programas de vacunación en países en vías de desarrollo.
Los trabajos del grupo, coordinado por la fundación Eurovacc, sobre aplicabilidad por ruta respiratoria aparecen publicados en el último número de la revista 'Proceedings' de la Academia Nacional de Estados Unidos. Este artículo se suma a otros dos trabajos publicados en 2008 por el equipo en 'Journal of Virology' y 'Journal Experimental Medicine', en los que se detallan los ensayos realizados hasta el momento en macacos y en humanos.
Como explica el investigador participante Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología (del CSIC), en Madrid, el modelo utiliza antígenos modificados de VIH para fomentar la activación en el organismo de una respuesta contra el virus del SIDA. La clave del modelo son los vectores que emplea, los canales utilizados para introducir los antígenos en el organismo.
El investigador del CSIC concreta los resultados obtenidos: “La administración de los vectores demostró una alta inmunogenicidad. Un 90% de los vacunados daban respuestas inmunes frente a los antígenos del VIH. Esta respuesta inmunológica del organismo se mantuvo durante al menos 72 semanas”.
El artículo que publica PNAS en su último número recoge uno de los últimos hallazgos del equipo: “El grupo ha demostrado, en macacos, que es viable administrar los vectores a través de las vías respiratorias, mediante un aerosol. La vacuna es segura y produce respuestas inmunológicas específicas”, explica Esteban.
Este último paso responde al interés de los autores por buscar procedimientos de vacunación que sean accesibles a la población de países en vías de desarrollo. “La administración por aerosol no sólo facilita la aplicación de las vacunas, sino que además implica un ahorro económico en material sanitario”, apunta el investigador del CSIC.
A pesar de los resultados positivos, Esteban recuerda que todavía no se ha conseguido desarrollar una vacuna eficaz contra la pandemia del sida. “El desarrollo de vectores poxvirus y la demostración de su alta inmunogenicidad en monos y humanos frente al SIV y el VIH es un paso adelante que sólo lleva una conclusión: la necesidad de llevar a cabo nuevos ensayos clínicos basados en estos vectores o modificaciones de ellos”.
La pandemia del sida ha causado más de 22 millones de muertes desde la aparición de la enfermedad, hace casi 30 años. La consecución de una vacuna contra el sida es un reto humanitario y una responsabilidad de los países mas avanzados.
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