Más implicación social para acabar con la violencia de género
Una de las peores lacras que golpea la sociedad española es sin duda la violencia contra la mujer. Las cifras son cada vez más escalofriantes, ya que según revela el propio Ministerio de Igualdad, el 27 de julio se contabilizaban 42 mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que va de 2010, doce muertes más que en el mismo período del año anterior. Algo más preocupante aún es que sólo 10 de esas mujeres habían presentado denuncia por malos tratos.
Ante esta realidad, el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, en una entrevista concedida a la agencia Europa Press ha tildado de “terrible” el mes de julio, cuando fueron asesinadas nueve mujeres, y ha pedido a la sociedad que se “implique” para evitar que agosto haga este verano “aún más dramático”, ya que es tradicionalmente el mes que registra más víctimas mortales.
Según Lorente, existe “una relación directa” entre los periodos de vacaciones y la violencia de género que se explica por la falta de rutinas que permitan interrumpir el conflicto una vez se ha iniciado.
Además, señala que para el agresor “es más difícil” seguir a su víctima porque “las rutinas no existen y él se siente muy perdido”, especialmente al ver que su víctima hace planes, lo que puede generarle “la sensación de que no la va a recuperar”. “Son factores que facilitan el paso a la acción y por tanto, el homicidio”, apunta el experto.
“La situación estadísticamente hablando indica que agosto es el mes en que el número de homicidios es más alto, seguido de julio, que ha sido terrible, con nueve homicidios”, apunta Lorente para añadir que “el guión no está escrito y hay que intentar escribirlo”. “Confío en que no tengamos que hablar de un verano dramático”, señala.
Menos denuncias
En cuanto al descenso del número de denuncias, Lorente ha asegurado que existen diversos factores que motivan esta actitud en las víctimas, como el que “muchas mujeres se encuentran un poco perdidas en la creencia de que la decisión de salir [de la violencia] va a ser suficiente y se encuentran con el último obstáculo, que es la voluntad del agresor”.
Asimismo, apunta que “quitarle credibilidad y trascendencia a lo que la situación de violencia de género” hablando de “denuncias falsas” o “cuestionando la actitud de las mujeres” al final lo hace “mucho más difícil para ellas porque no se atreven a acudir a las instituciones, porque cuando acuden a veces no son creídas o porque cuando son creídas no se les da la trascendencia y gravedad que tiene su situación”.
“Recientemente hemos vivido un ejemplo que ha terminado en un homicidio porque cuando se cuestiona la credibilidad de las mujeres se cuestiona en muchos sentidos, en el sentido absoluto, es decir, negar la violencia, pero cuando no se puede negar la violencia porque hay signos de esa agresión niegan la trascendencia y por lo tanto, no ponen medidas acordes a la gravedad que esta sufriendo la mujer”, explica Lorente en relación al caso de Pinos Puente (Granada)
Por otra parte, Lorente descarta una relación entre la violencia machista y la crisis económica, aunque reconoce que es algo “de lo que siempre se ha hablado” pese a que “no se puede basar en elementos objetivos” ya que “no hay una evolución paralela” .
Contra el maltrato, llama: 016
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