“Mis cuentos siguen vivos”
El paso del tiempo no ha hecho más que mejorar sus relatos. Algunos de los cuentos que Luis Martínez de Mingo (Logroño, 1948) escribió hace más de veinte años han sido recopilados en una nueva obra, El Estado contra natura y otros cuentos (Pepitas de Calabaza, 2008), cuya presentación tuvo lugar en la noche del martes en el Centro Cultural Caja Rioja de Gran Vía en un acto organizado por la Universidad Popular de Logroño.
Se trata de la cuarta edición de sus cuentos, que aparecieron por primera vez en las páginas de la revista cultural Calle Mayor. Posteriormente fueron publicados en sendas ediciones en Madrid y Logroño. De ellos el recientemente fallecido Rafael Azcona dijo que eran “cuentos que harán lectores”. Su amigo Bernardo Sánchez los calificó como “piezas maestras, en las que se encierra todo el arte del cuento”.
“Siguen vivos, está claro”, explica el propio autor. “Son pellizcos de literatura fantástica que continúan gustando al público, con independencia de su edad y sus inquietudes”. Los relatos narran las peripecias de un adolescente durante la difícil época de la posguerra y sitúan la acción en simbólicos emplazamientos de Logroño, como, por ejemplo, el cuartel militar que había donde ahora se encuentra el Ayuntamiento.
Martínez de Mingo vive un buen momento. Su novela Pintar al monstruo (Verbum, 2008), que versa sobre la vida del pintor francés Francis Bacon, acaba de resultar ganadora de la quinta edición del Premio de Novela Corta Villanueva del Pardillo –la presentación de la obra es el 23 de abril en esta localidad madrileña-. El próximo mes de otoño se publica su nueva novela Asesinos de instituto (Almuzara). El autor logroñés participó en la noche del martes en la X Jornadas de Poesía en Español, organizadas por Cultural Rioja.
La reina de los sables es el título del proyecto en el que se haya en la actualidad inmerso. Martínez de Mingo reconoce que tardará entre un año y año y medio en ver la luz. Este trabajo se detiene en la figura del general Espartero y en sus relaciones con la reina Isabel II, que, en opinión del autor, “era una reina muy peligrosa”.
VOCACIÓN
Nacido en el número 7 de la calle Primo de Rivera de la capital riojana, Martínez de Mingo mantiene que tuvo una vocación literaria tardía. “Mi primera obra de poesía salió a la calle en Logroño en 1978”, señala. Posteriormente comenzó a dedicarse a los relatos y, más tarde, a las novelas. A pesar de ello, insiste, los cuentos siguen siendo una de sus mayores aficiones.
“No es fácil escribir un cuento. Por ejemplo, Luis Mateo Díez no sabe escribir cuentos”, afirma Martínez de Mingo. No hace mucho tiempo le pidió a este autor un relato para incluirlo en una antología de cuentos sobre ciclismo y “me dijo que no podía enviarme ninguno”. En cambio, otro buen amigo suyo, José María Merino, “es un escritor fabuloso de cuentos”.
Otras obras destacadas en la trayectoria de este profesor en instituto de Madri son Cuentos portátiles de la penúltima autonomía, Bestiario del corazón o El perro de Dostoievski.
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