Ochoa, expulsada de Gran Hermano 12+1

Se cumplieron nuestras perspectivas: la siguiente concursante en abandonar Guadalix de la Sierra fue Pilar Ochoa, la concursante riojana de esta edición de Gran Hermano 12+1.

La rubia alfareña se dueló con su 'eterna enemiga' no declarada Noemí. Al final quedaron las dos en la sala de expulsión después de que Mercedes Milà fuera informando al resto -Juan, Sindia, María y Michael- que se habían librado de la guillotina de la audiencia.

La semana pasada salió Vero, amiga íntima y compañera de comadreo de la riojana, así que esta semana la cosa no tenía mucho misterio: o pasaba algo grave, una pelea, una discusión o un compartimiento verdaderamente abominable, o Ochoa cogería la directa para volver a Alfaro.

Y así fue. La riojana se lo esperaba. O eso, o que su habitual frialdad, no dejó ver unas emociones de tristeza o frustración por volver a casa. Ocho se lo dijo a Milà antes de conocer el veredicto de la audiencia. “Si me quedo, genial, y si me voy, también, tengo que hacer muchas cosas y mi novio estará estresado”, se refería así a los preparativos de su inminente boda en la Colegiata de Alfaro.

Será que los canarios tienen la sangre más caliente que los riojanos pero la diferencia de reacciones entre Noe y Pilar era evidente: la primera estaba llorosa, nerviosa y con el mal presentimiento que se iba ella. Tendría mala conciencia porque sabe que los engaños y las mentiras a sus compañeros respecto a sus nominaciones, de poco le valen de cara a la audiencia, que todo lo ve y que todo lo juzga. Tenía miedo, desde el principio. En cambio Ochoa estaba más tranquila, sonreía y cuando sonó su nombre, se despidió sin aspavientos.

Ya en el plató le esperaban sus padres y su novio. En la entrevista, la riojana contó el único problema que tenía con Noe era que le había engañado en las nominaciones, obvió que desde el principio no le había hecho gracia la canaria y se justificó diciendo “ella ya nos dijo que siempre se había llevado mejor con los chicos”.

Ocho, como también la llaman, negó que le hubiera interesado algo Aless, renegó de los supuestos coqueteos con el 'pater' y rindió un sentido homenaje a Ari, la concursante con la que mejor se ha llevado en la casa. Su despedida fue, como había sido ella, bastante fría.

NOMINACIONES Y NUEVO CONCURSANTES

La de anoche fue una gala intensa. Conocimos la relación de amor y desamor entre Hugo y María. La madre del catalán ya apuntó a que su novia, Julia, no estaba demasiado contenta con las escenas de edredonnig de su novio y la jerezana y aseguró que la muchacha no quería saber nada de Gran Hermano por lo que podemos intuir que Hugo está más libre que un pajarillo, confundido, pero pajarillo al fin y al cabo.

Las perlas del concursante torrentino, Christian, llegan a cansar. Fuera parece que hacen gracia, pero entendemos a las chicas de GH cuando se exasperan por los comentarios machistas y maleducados del alicantino. Llamar a María 'perra en celo' es una auténtica provocación que la muchacha esquivó con elegancia pero con un tono de reproche: “yo soy una señorita, a mí me respetas”.

Y fue precisamente, el 'Danonino' quien nominó de manera fulminante con su bola negra. Su víctima Juan. El pater se quedó un poco descolocado cuando le dió el punto negro porque pensaba que la relación con Christian era buena. En contra de lo que podíamos pensar, las nominaciones por pelotas no resultaron una sangría: quedaron nominados Noe, Juan y María, las dos chicas se llevaron el mayor número de puntos.

La sorpresa de la noche: la entrada de dos +1 en la casa. Berta y Daniel, este último seguro que da juego en la casa, tendrán que vivir durante una semana en una caravana situada en el pabellón de las pruebas. Juan y Sindi tendrán que robar comida y dársela a los dos concursantes sin que le resto de compañeros sospeche nada. Esa es la prueba semanal. Si lo consiguen, los cuatro serán inmunes para la siguiente nominación pero si no, quedarán automáticamente nominados.