Prevención y tratamiento
Respecto a la prevención, son fundamentales las campañas de concienciación ciudadana de deshabituación tabáquica, puesto que la EPOC está estrechamente vinculada con el consumo de tabaco, de tal modo que al menos el 20% de los fumadores mayores de 40 años sufre esta enfermedad pulmonar, aunque el 80% no lo sabe.
Según José Echave, Jefe del Servicio de Neumología de la Clínica Quirón “en los últimos años han aumentado considerablemente las opciones de tratamiento que logran una mejoría de los síntomas y de la calidad de vida de los pacientes con EPOC”.
La administración correcta de los tratamientos disponibles, no sólo permite prolongar la vida de los pacientes, sino que también mejora su calidad de vida. El uso de tratamientos con broncodilatación mantenida reduce los síntomas de la EPOC, las exacerbaciones y mejora el estado de salud. Asimismo, los corticoides reducen el declive del estado de salud y el número de exacerbaciones.
En este sentido, el Dr. Echave comenta que “se ha visto que en pacientes con EPOC moderado y grave la combinación de Salmeterol y Fluticasona permite mejorar la calidad de vida y la función pulmonar y reducir la necesidad de hospitalizaciones. Por tanto podría estar justificado la utilización de ambos tratamientos”
“Probablemente el aspecto más relevante en este campo, en los últimos años, ha sido la publicación de numerosos estudios que muestran que las intervenciones terapéuticas en la EPOC se acompañan de mejorías muy notables en dichos desenlaces que son muy relevantes para el paciente. Si los objetivos del tratamiento de la EPOC son: aliviar los síntomas, mejorar la tolerancia al ejercicio, prevenir y tratar complicaciones, prevenir y tratar exacerbaciones, prevenir la progresión de la enfermedad y reducir la mortalidad, podríamos decir que la información disponible ha demostrado que podríamos aspirar a todo”, explica el Dr. Echave.
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