Tensa calma en Beirut
El diario An Nahar considera en su titular que “el mandato de Lahoud ha desembocado en una república sin presidente”. Otro de los principales medios del país, Al-Balad, presentaba una foto en blanco en su portada, simbolizando el vacío político que atraviesa Líbano en estos momentos, un país que se encuentra bajo un estado de emergencia de facto, proclamado por el ahora ex presidente pero rechazado por la oposición encabezada por el Gabinete del primer ministro Fuad Siniora.
“Mi conciencia está tranquila. Líbano sigue bien”, dijo ayer Lahoud a los periodistas cuando abandonó el palacio presidencial, sonriente y acompañado de la música interpretada por una banda militar. Además, instó a los líderes libaneses a trabajar para alcanzar un candidato de consenso para su sucesión.
Lahud aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno del primer ministro, Fuad Siniora, al que tachó de “ilegítimo e inconstitucional”. Por su parte, unos 2.000 partidarios del primer ministro que estaban en las calles de un barrio suní de la capital libanesa, mostraron su alborozo lanzando fuegos artificiales, tocando tambores y gritando “¡Lahoud fuera!”.
Su salida deja la presidencia vacante después de que el Parlamento fracasara en encontrar un candidato de consenso para la votación.
Unas horas antes de abandonar la presidencia, Lahoud declaró el estado de excepción y ordenó al Ejército tomar el control del país. Poco después, el Gobierno rechazó la orden del presidente saliente y aseguró que “continua ostentando sus responsabilidades y ejercitando su autoridad plena”. El portavoz presidencial, Rafik Shalala, desestimó la posición del Gobierno, diciendo que es inconstitucional.
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