Tres días de turismo de naturaleza en La Rioja Baja

Tres días de turismo de naturaleza en La Rioja Baja

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IMAGEN: Sotos de Alfaro. Andrés Armendariz

Si algo puede ofrecer La Rioja son paisajes naturales. No en vano, nuestra comunidad es una de las regiones españolas que mayor proporción de territorio aporta a la Red Natura 2000, una red europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Itinerarios verdes, rutas por el monte, senderos por impresionantes parajes... La oferta es muy variada y no sólo en La Rioja Alta. La menos conocida Rioja Baja también ofrece numerosas posibilidades para pasar unos días de turismo de naturaleza.

Estas son algunas de las opciones para pasar tres días en La Rioja Baja en contacto continuo con la naturaleza:

Día 1: Subida a Peña Isasa y valle del Alhama

Peña Isasa es uno de los montes más singulares de La Rioja Baja. Podemos dejar el coche en un área recreativa situada junto al pueblo despoblado de Turruncún, al a que se accede desde la LR-123. Desde allí, la subida es de una dificultad media, por una pista clara y definida que nos lleva hasta la cima. Un recorrido tras el que encontraremos una de las mejores vistas de la zona.

Peña Isasa es conocida porque “muchos la ven y pocos la pasan', no tanto por la dificultad de su subida sino por las cumbres rocosas que la coronan. Ya arriba, nos encontraremos un buzón con un bota de metal, muy vinculado a Arnedo, la ciudad del calzado.

A lo largo de la ruta nos toparemos con bosques de encinas, almendros y pinos, además de sabinares de sabina mora y matorral con romero. En las umbrías de los cortados calizos se instalan algunas de las mejores tejeras de La Rioja.

Ya de vuelta, podemos aprovechar para hacer una necesaria parada en Arnedo y reponer fuerzas en alguno de los numerosos restaurantes del municipio y aprovechar para disfrutar con unas chuletillas al sarmiento y un sabroso fardelejo de postre.

Cervera del Río Alhama

Para la tarde, una buena recomendación podría ser acercarse al Valle del Alhama. En el camino a Cervera, podemos hacer una parada en el Carrascal de Villarroya, un extenso encinar que se ha convertido en uno de los escasos vestigios que quedan de las dehesas dedicadas al paso del ganado. Aquí podemos realizar una ruta que nos acerca a conocer uno de los reconocidos como ''árboles singulares', la 'encina de Villarroya o de Mario'.

La otra opción de turismo activo es acercarnos hasta Aguilar del Río Alhama y conocer el Camino Verde junto al Alhama, un recorrido que nos lleva hasta Los Baños de la Albotea entre cortados rocosos y buitres leonados. Es un camino de 12 kilómetros acondicionado para viandantes y turistas, en el que encontraremos un paisaje diferente al de otros valles de la zona. Una muestra más de la diversidad que tanto caracteriza a nuestra comunidad.

Por la noche, y sin dejar la zona, ¿qué mejor forma de relajarnos tras un largo día de caminatas que observar las estrellas? Cervera del Río Alhama, a diez minutos de Aguilar, es un punto ideal para ello, ya que ha sido designado parque estelar. Un reconocimiento que reafirma el derecho a disfrutar de la luz de las estrellas, en lugares con escasa contaminación lumínica. No podemos olvidar que el territorio de la Reserva de la Biosfera de la Rioja ha sido declarado Destino Starlight.

Día 2: Hayedo de Santiago entre Munilla y Zarzosa y Arnedillo

Seguimos en el Valle del Cidacos, en plena Reserva de la Biosfera, pero hoy nos acercamos más al límite con Soria. En el Alto Cidacos, entre Munilla y Zarzosa, podemos disfrutar de uno de los hayedos más antiguos de La Rioja.

Valle del Cidacos

A menos de media hora de Arnedo, llegamos a Zarzosa, donde podemos dejar el coche en el área recreativa de la ermita de Canalejas. Desde allí, tomamos los senderos y pistas señalizados hasta la cumbre de Monte Real, en pleno Hayedo de Santiago.

Aunque la mejor época para visitar estos parajes es otoño, en verano también podremos disfrutar de un paseo fresco, ideal para un día caluroso, y no es necesario llegar a hacer cima para apreciar el espectacular paisaje.

Una vez hayamos dejado Zarzosa, la parada ideal para disfrutar de una buena comida es Arnedillo, con numerosos restaurantes que harán las delicias de cualquiera. Por la tarde, podemos disfrutar de las aguas termales que tanta fama han dado al municipio, bien en el balneario o bien en las pozas. Visitar el Mirador del Buitre, un centro de interpretación ambiental único en Europa o animarse a practicar las escalada en las paredes calizas de la entrada al pueblo pueden ser dos planes interesantes para pasar la tarde sin salir de Arnedillo.

Arnedillo.Vía Verde

Si todavía no tenemos ganas de descansar y preferimos seguir haciendo ejercicio, la ruta a la ermita de San Tirso o la ruta de las ermitas nos permitirán conocer más en profundidad la zona y disfrutar de su magnífico entorno. Un lugar ideal para pasar la noche y poder comenzar desde aquí la ruta del día siguiente.

Día 3: Vía Verde del Cidacos y los Sotos de Alfaro

La Vía Verde del Cidacos toma el recorrido de una antigua vía de ferrocarril que servía para transportar productos mineros, agrícolas e industriales, como carbón, en el caso de Préjano, que se extraía de las minas de la localidad.

Valle del Cidacos

Se trata de una opción fantástica para realizar una marcha andando o en bicicleta. Tomando la salida en Arnedillo, podemos llegar hasta Calahorra o, según nuestras fuerzas, parar en Santa Eulalia Bajera, Santa Eulalia Somera o Arnedo. Es un camino con suaves pendientes, de muy fácil orientación y exento de peligro, que acompaña al río Cidacos y a sus huertas.

Por la tarde, una opción interesante puede ser acercarse a Alfaro, a 35 minutos de Arnedo en coche. Aquí no podemos perdernos la Reserva Natural de los Sotos del Ebro, un singular ecosistema de bosques y aves a orillas del río.

Reserva Natural de los Sotos del Ebro en Alfaro

Para situarnos, visitaremos el Centro de Interpretación de la Reserva Natural de los Sotos de Alfaro, desde donde además se observan de cerca las cigüeñas de la Colegiata de San Miguel gracias a la cámara dirigible instalada sobre su tejado. Y es que si algo caracteriza a Alfaro son sus cigüeñas, que, literalmente, han tomado el tejdo de la iglesia y se han convertido en uno de sus reclamos turísticos más importantes.

No son el único animal que podremos encontrarnos en nuestra visita a los sotos. Visones, nutrias, garzas, milanos o zorros pueden salir a nuestro encuentro en un espectacular vergel de chopos, álamos, sauces y fresnos.

Toda la información en La Rioja Turismo.

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