Un órgano para la tristeza
Según explica este especialista, la principal causa de la infelicidad del ser humano está en nuestro sistema límbico, o cerebro emocional, una estructura que gestiona respuestas emocionales ante estímulos sensoriales
“El cerebro humano, producto de 700 millones de años de evolución, no está diseñado para alcanzar la felicidad”, dice Francisco Mora, catedrático y director del Departamento de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que ha participado en el ciclo “En tierra de nadie”, organizado por la Fundación de Ciencias de la Salud y la Residencia de Estudiantes.
La principal causa de la infelicidad del ser humano estaría en nuestro sistema límbico, o cerebro emocional, una estructura que gestiona respuestas emocionales ante estímulos sensoriales. Ahí, “toda la información que recibimos del mundo externo a través de los sentidos se impregna de matices emocionales, de placer o dolor, lo que realmente nos impide ser felices”, explica. En definitiva, “el objetivo final en el diseño de todo cerebro es la lucha por la supervivencia”.
De acuerdo con este experto, “el ser humano, se planteados vías para conseguir un tipo determinado de felicidad: una de ellas consiste en mantener el equilibrio entre el placer y el dolor, pues ”ambos extremos producen infelicidad“, y la otra, ”más drástica y quizás más auténtica“, en aislarse del mundo, evitando interaccionar con él y que la información sensorial alcance, en el cerebro, el sistema emocional. Esta segunda vía se alcanzaría por la idea de Dios y el rezo o la meditación.
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