Unas 40 personas participan en la búsqueda del joven calagurritano en el río Ega

Sin rastro y continúa la búsqueda del joven calagurritano de 17 años que desapareció al caer en la presa del río Ega en San Adrián, Navarra.

La Agencia Navarra de Emergencia ha desplegado un dispositivo de 40 personas que rastrean la zona por tierra, agua y aire gracias a un helicóptero de salvamenteo. En total hay desplegadas una veintena de efectivos, entre profesionales del Grupo de Rescate Acuático de los Bomberos de Navarra, Policía Foral, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de este cuerpo y miembros de los equipos de protección civil de Calahorra.

Los servicios de Rescate Acuático se organizan en turnos desde el pasado martes para peinar toda la zona de la presa del río y la poza donde desapareció S.E, natural de Marruectos pero que vivía desde hace 8 años en Calahorra.

David Sáinz, director geretnte de la Agencia Navarra de Emergencias, ha informado a Rioja2.com que los trabajos de búsqueda continúan y que que no existe ninguna previsión de suspender estas labores. “Este tipo de dispositivos son lentos” argumenta Sáinz ante la falta de noticias del joven después de cuatro días de búsqueda.

Los equipos de rescate acuáticos han variado en diversas ocasiones las zonas de la búsqueda que va desde la presa hasta la desembocadura del río.

No es la primera vez que ocurre un accidente similar en la presa y en esa zona del río. Los propios vecinos han tenido que socorrer a algún temerario bañista que no ha previsto la fuerza de la corriente cuando decidió darse un chapuzón.

“Todas las zonas de cualquier río que no estén preparadas para el baño son peligrosas” recuerda Sáinz, “es necesario insistir a los bañistas que respeten esa prohibición”.

En la orilla del Ega se ha desplegado un amplio dispositivo cercado por el cordón policial donde también están los familiares del muchacho. Las autoridades están en todo momento en contacto con ellos.

“Tenemos un equipo de profesionales para ofrecerles asistencia psicológico” asegura el gerente de la Agencia Navarra de Emergencias.

S.E., de 17 años, natural de Marruecos, había acudido el pasado martes a la presa del río en bicicleta junto a otros tres amigos a pasar la tarde, algo que el grupo al parecer ya había hecho en otras ocasiones dada la proximidad con Calahorra.

Una vez allí él y uno de sus amigos se metieron en el agua y en un momento dado S.E. se hundió en el río sin que el grupo pudiera evitarlo.

ESPERANDO MEJORAS EN LAS CONDICIONES DEL RÍO

La Agencia Navarra de Emergencias confía en que la mejora de las condiciones del río facilite la localización del menor.

La bajada del caudal fluvial, la menor corriente y la mayor claridad del agua mejoran las condiciones de trabajo de los buzos y del helicóptero de SOS Navarra que realiza labores de inspección desde el aire.

Sáinz ha confirmado que el dispositivo de búsqueda se mantiene abierto tanto en el río Ega como en la primera parte del Ebro.

El director gerente de la ANE, que se encuentra en la zona, ha destacado la importancia de mantener una “búsqueda sistemática y profesional, sobre todo no dejando ninguna zona por mirarla deprisa”. Casos como éste, ha subrayado, exigen “dispositivos largos que requieren de tiempo y paciencia”.

“Los buzos perimetran y cuadriculan y se van descartando zonas. Las dinámicas de los ríos en estos casos son complejas, son muchas corrientes, hay zonas de toma y otras de depósito. Vamos buscando aquellas zonas en las que el río va a acumulando los depósitos y sedimentos, que es donde podría estar el cuerpo”, ha explicado.

ARRASTRADO POR LA CORRIENTE

Según ha indicado el director gerente de la ANE, el menor desaparecido, vecino de Calahorra, se vio arrastrado por la corriente al perder pie cuando se bañaban con unos amigos, que trataron sin éxito de hacer una cadena humana en la propia presa para frenarle.

Tras recibirse el aviso del suceso en SOS Navarra, se movilizó de inmediato una unidad del parque de referencia, en Lodosa, que marcó la zona con boyas y comenzó la búsqueda. No obstante, según Sáinz, para entonces “el rulo de corriente que genera la presa había dado con el menor y lo había expulsado”, lo que ha hecho más compleja la operación de búsqueda.