UPA-Joven expresa el enfado de los agricultores por la tardanza de los trabajos en las inundaciones del Ebro
UPA Joven ha expresado la situación de preocupación y el enfado que se está extendiendo entre los agricultores de Rioja Baja en torno a la respuesta que está ofreciendo la Administración tras las inundaciones vividas en el cauce del Ebro.
Para UPA Joven esta inundación puede “considerarse el mayor desastre natural nunca antes conocido en La Rioja”, han señalado en un comunicado. Y por ello, considera que “debe darse un trato especial, prestando total atención a las consideraciones de los agricultores afectados”.
Sin embargo, “no se está realizando una valoración real y total de los daños y las peritaciones no contentan a los agricultores y ganaderos”. En este sentido, UPA Joven denuncia que no se está trabajando en la zona.
Pese al compromiso alcanzado por la propia ministra de iniciar los trabajos de forma inmediata, todavía hoy “no se había producido la entrada de maquinaria”. De modo que, “a la inquietud de los agricultores por la situación de sus explotaciones, se une la indignación por la tardanza en el inicio de los trabajos y el incumplimiento de los plazos comprometidos”.
Por otro lado, “no se está dando solución a cada uno de los cada uno de los casos de forma individual. Para UPA Joven, es fundamental que cada agricultora sea tratada como único, ya que cada caso es una proyecto de vida”.
Igualmente, insta a extender las ayudas económicas a todos los agricultores afectados y no sólo a aquellos con seguros agrarios, teniendo en cuenta que muchos de los agricultores jóvenes no cuentan con uno y no recibirán apoyo económico básico para la permanencia de sus explotaciones.
Por otro lado, UPA Joven exige medidas de futuro acordes con la importancia del Ebro como una de las mayores fuentes de riqueza del norte peninsular; es riqueza fluvial, ecológica , económica y se trata de un río dinámico y vivo, considerado por la comunidad científica como uno de los ejemplos de más valiosos de cauce activo de Europa. De su fértil ribera nacen las frutas de hueso y pepita, la Denominación de peras de Rincón, la huerta de Calahorra y de Varea, entre otras, los viñedos y el cereal de regadío.
Cuidado y seguimiento
Por ello, exige un cuidado y un seguimiento constante que no se está produciendo. Las catástrofes naturales no son culpa de los agricultores, ni de la administración, pero si la gestión del territorio y en este caso de la ribera del Ebro. Igualmente, entendemos que el Ebro se debe gestionar de forma integral y conjunta con sus riberas.
La confederación del Ebro, las comunidades autónomas y las administraciones locales “se deben poner de acuerdo y comenzar a trabajar de forma eficaz en medidas que limiten inundaciones, de modo que se articulen mecanismos muchos más ágiles ante este tipo de catástrofes”.
Por otro lado, el mundo rural, los pueblos no pueden ser actores de segunda; las actuaciones que se llevan a cabo en las ciudades por las que atraviesa el Ebro no pueden darse en perjuicio de los pueblos de la ribera y de sus campos. Se puede hacer un uso agrícola de la ribera compatible con la naturaleza, manteniendo la fauna y flora, la biodiverdidad, sus meandros y sus sotos ya que desde aquí se produce gran parte del valor de nuestra región.
Con las inundaciones, este modelo “está en riesgo y muchas familias que viven de la agricultura en esta zona se acercan peligrosamente a la ruina”; cabe destacar que muchos de ellos ya vienen de un verano muy difícil con un veto ruso que obligó a vender sus productos por debajo del coste de producción -algunos incluso se quedaron sin recoger- y ahora esta catástrofe y su pésima gestión les puede dar la puntilla, si no se da prioridad a valorar y a solucionar la riada.
Y por último, ya se están observando en la zona “otros perjuicios directos que van a ocasionar una pérdida económica incalculable en la zona, como la paralización de contrataciones para los trabajos de recogida de fruta a partir de mayor, donde muchas familias sin recursos y también muchos jóvenes en paro ponían su esperanza de aliviar temporalmente su situación económica”.
Por todo ello, UPA Joven exige a la Administración que “cumpla hoy mismo sus compromisos, priorizando a esta catástrofe por encima de cualquier otra contingencia, al tiempo que manifiesta su solidaridad con todos los agricultores afectados”. UPA Joven continuará trabajando para “presionar a la Administración en este sentido, para evitar que la siguiente riada sea una riada de jóvenes marchándose de sus pueblos por haber perdido la oportunidad laboral de vivir de la agricultura y la ganadería riojana”.
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