Vecinos de Cañada Real piden un mejor trato
Vecinos del Sector IV de la Cañada Real de Madrid se reunirán hoy con el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, para pedirle que intermedie con las administraciones, concretamente con los ayuntamientos de Madrid y Rivas, para que no se les trate “como apestados”.
Al Defensor del Pueblo le pedirán su mediación para que “se les trate como unos ciudadanos más, no como apestados”. En este sentido, la presidenta de la Asociación del Sector IV, Lidia Resani, recordó que el Ayuntamiento de Madrid se refiere a ellos como “ocupantes”.
El anteproyecto de la ley que regularizará el uso de la Cañada Real se encuentra en este momento en el Consejo Económico y Social (CES), que elaborará un informe que remitirá al Consejo de Gobierno y éste, posteriormente, lo enviará a la Asamblea de Madrid.
La Cañada Real Galiana es un asentamiento ilegal de más de 2.000 chabolas, donde viven en torno a 50.000 personas, y que se ha convertido en uno de los mayores focos de delincuencia, narcotráfico e inseguridad de la capital. Los habitantes se hacinan en torno a 15 kilómetros entre la carretera de Valencia y el complejo incinerador de Valdemingómez.
Desde el desmantelamiento del poblado de “las Barranquillas”, hace aproximadamente dos años, la Cañada Real se ha convertido en un reconocido punto de venta de drogas, en especial de cocaína.
La magnitud del problema de la delincuencia en esta zona ha llegado a provocar que los trabajadores de la incineradora de Valdemingómez tengan que trabajar permanentemente escoltados por cinco coches patrulla de la Policía Municipal.
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