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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El macroaparcamiento de Ayuso en El Retiro amenaza la presencia de Madrid en la lista mundial de patrimonio

Peio H. Riaño

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Hace una semana la Unesco envió al Ministerio de Cultura un informe demoledor contra el macroaparcamiento de 800 plazas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, planea montar debajo del Hospital Infantil Universitario del Niño Jesús, incluido en el perímetro del Paisaje de la Luz. Sin embargo, la organización internacional ha planteado dos cuestiones por las que Madrid podría ser expulsada de la Lista Mundial del Patrimonio: el nuevo edificio proyectado es de un volumen tan grande que haría desaparecer al edificio histórico del hospital infantil, ya en proceso de demolición, y dos, debe hacerse un aparcamiento únicamente para el uso del hospital, porque montar un macroaparcamiento como el que se pretende provocará tanta contaminación que pondría en riesgo a la población y al conjunto patrimonial.

La Comunidad de Madrid pretende pagar la obra de 25 millones de euros entregándole a OHL la gestión del aparcamiento durante 45 años. Tras ser declarada inviable por la organización internacional, si la presidenta ignora las recomendaciones la ciudad perdería su lugar en la reconocida lista, que logró en julio de 2021 gracias al embajador del Gobierno en la Unesco, Ramón Perelló (PSOE). En la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Madrid celebrada este martes, Luis Lafuente, responsable de Patrimonio del consistorio, ha reconocido que no se ha estudiado el impacto de contaminación que causaría la construcción de este aparcamiento de 800 plazas, pero asume la denuncia de la Unesco. También ha explicado que se reformará el diseño del nuevo edificio y se volverá a mandar el proyecto a Unesco. Esta vez, en inglés.

Este jueves hay reunión extraordinaria del Consejo Cívico y Social –órgano de debate ciudadano creado para la candidatura– en la que el Ayuntamiento de Madrid informará a los vecinos sobre la opinión de la Unesco y los próximos pasos que tomará para evitar que la ciudad cambie luz por CO2. “Hay que anular el proyecto y volver a convocar”, resume José María García, el vocal de urbanismo y medio ambiente de la Asociación de Vecinal Retiro Norte.

Los vecinos temen que la Unesco termine por sacar a Madrid de la prestigiosa lista en la que ha entrado hace un año por falta de actividad. “No han hecho nada, ni un plan para detener la contaminación. Ha pasado tiempo suficiente como para haber actuado, pero no se ha hecho nada en preservar el entorno y cumplir con los requisitos contra la contaminación que alegó la Unesco cuando incluyó el Paisaje de la Luz”, lamenta Víctor Rey, presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de las Letras, que denuncia la falta de compromiso del Ayuntamiento con el Consejo Cívico y Social. 

La amenaza de la expulsión

Desde el Comité Nacional Español de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) indican a elDiario.es que la Comunidad de Madrid debe dar una respuesta a la Unesco cuanto antes. Si ignoran el requerimiento mandado desde París o no atienden las recomendaciones planteadas, Madrid entrará en la lista de Patrimonio en Peligro en la próxima reunión del Comité. Y el asunto puede ir a mayores si la mayoría de los miembros del Comité deciden que debe abandonar la Lista Mundial. “El informe es muy claro y la Unesco espera una reformulación del proyecto del aparcamiento. El problema es que la Comunidad de Madrid no ha hecho nada, ha ignorado el informe que ha mandado París”, cuenta a este periódico el presidente de ICOMOS-España, Jordi Tresserras. 

El texto de la Unesco no deja lugar a dudas: “El órgano consultivo considera que el proyecto presentado no da respuesta adecuada a los requerimientos de calidad urbanística y arquitectónica que se esperan de las nuevas edificaciones dentro de un bien Patrimonio de la Humanidad”. Y avisa de que el proyecto “amenaza el bien Patrimonio de la Humanidad” por dos razones. 

“Por un lado, el informe realizado por ICOMOS Internacional encargado por la Unesco dice que el macroaparcamiento es un negocio con un volumen exagerado y tiene consecuencias sobre la contaminación del entorno. Y por otro lado, que el volumen del edificio que pretenden hacer es mucho mayor del recomendado”, advierte Jordi Tresserras. La Unesco informa de que la Comunidad de Madrid debe fomentar el uso del transporte público entre los trabajadores que se desplazan a diario hasta el hospital.  

En el primer informe de Icomos sobre la candidatura de Madrid, firmado el 12 de marzo de 2020, el organismo internacional apuntaba varios factores que afectaban al bien. Pero había uno que lo ponía en cuestión si no se remediaba con urgencia: “La contaminación atmosférica, provocada principalmente por vehículos privados a motor, es el factor más importante en cuanto a la afección del bien candidato. Esta se concentra en el área que rodea la estación de tren de Atocha y el Paseo del Prado. La ciudad está tratando de mejorar el sistema de transporte público”.

Se acabó el negocio

Los planes de Isabel Díaz Ayuso aspiran a convertir un edificio adyacente de 7.400 metros cuadrados en otro nuevo, que superará los 9.000 metros cuadrados. Para ello ya han empezado a derribar la construcción. La presidenta quiere ampliar la planta del nuevo edificio destruyendo los jardines históricos originales, en los que hasta hace unas semanas los empleados del hospital aparcaban sobre ellos. Los vecinos también se niegan a la desaparición de este espacio verde histórico. 

Con el informe –filtrado– en la mano, los vecinos cuentan a este periódico que hay que detener el concurso y devolver el contrato. La Unesco cree que las 800 plazas son una exageración para el barrio y el entorno patrimonial, que solo van a traer más CO2 de lo que puede soportar el entorno. “Sin todas esas plazas OHL ya no tiene negocio. Hay que hacer un nuevo proyecto, que se adapten a las necesidades del hospital. Los 25 millones de euros presupuestados incluyen el aparcamiento, pero el edificio nuevo está presupuestado en 10 millones euros. La Comunidad de Madrid podría hacerse cargo de ese dinero y olvidarse del negocio de OHL”, añade José María García. 

Alicia Torija, diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, recuerda que Isabel Díaz Ayuso ha amenazado con llevar a la Unesco “un autobús con niños enfermos” si hacía falta. “Si no hace caso a lo que pide la Unesco, Madrid podría salir. La llamada de atención podría endurecerse. Ahora estamos en la casilla de salida porque la Comunidad de Madrid encargó un estudio a dos arquitectos que eran parte favorable al aparcamiento. Es vergonzoso que hagan informes tan manipulados, es vergonzoso. Hemos perdido tiempo y dinero y ahora hay que volver a empezar todo el proceso”, apunta. 

Por su parte, María Ángeles Rodríguez de Cara, la presidenta de la Asociación Vecinal Retiro Norte, denuncia el ruido de las terrazas que invaden la acera de la Avenida Menéndez Pelayo, que forma parte del perímetro del bien del Patrimonio Mundial. Pero carecen de ordenación especial, que recomiendan también los requisitos de la Unesco. “Defendemos la postura de Icomos, porque sus recomendaciones reducirán el tráfico, mejorarán la calidad del aire y harán del barrio un lugar más humano. Gana el patrimonio y ganamos nosotros”, añade José María.