Piraña, de Verano Azul, en el Ayuntamiento de Madrid: “El niño de la tele es un ingeniero al servicio de la gente”

Todo empezó el día que la panadera le dijo a su madre que buscaban niños para un anuncio. Lo que vino después lo vio toda España en la pequeña pantalla: la infancia de Miguel Ángel Valero (Madrid, 1970) transcurrió en paralelo al rodaje de la mítica serie que protagonizó como Piraña, Verano Azul. Pero uno de los críos más famosos de los años ochenta se hizo mayor. Siguió haciendo cine como “afición y como pasión”, pero encontró su verdadera vocación en otro lugar, la ingeniería. Cuarenta años después del inicio de la mítica serie (descontadas las reposiciones de cada verano) Valero se coloca al frente de la Oficina de Accesibilidad del Ayuntamiento de Madrid, un órgano de nueva creación para el que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha fichado a este ingeniero.

Experto en Telecomunicaciones, ha dedicado veinte años a investigar cómo poner la tecnología al servicio de la mejora de la vida de las personas con diversidad funcional. Profesor titular en la Universidad Politécnica, Valero estrena cargo público en el Ayuntamiento pero no en la administración. Viene del Ministerio de Sanidad, donde ha dirigido durante cinco años el Centro de Referencia Estatal para la Autonomía Personal, dependiente del Imserso.

“El niño que trabajó en el cine está activo como ingeniero al servicio de la gente”, dice al otro lado del teléfono, pocas horas después de confirmarse su nombramiento. Aún le paran por la calle, “pero ya no todos los días”, matiza. Asume que su faceta profesional es la menos conocida de su vida. Pero no se obstina. “A la gente le suena mi nombre y le hace ilusión. El impacto de eso en mi vida ha sido permanente, pero una cosa no ensombrece a la otra sino que conecta. Además, se me identifica con una historia bonita y eso es algo que siempre agradeceré. Verano Azul fue una experiencia hermosa y un catalizador de oportunidades”, asegura.

Con Valero se estrena la Oficina para la Accesibilidad del Ayuntamiento de Madrid con un equipo de seis personas y un presupuesto de 151.000 euros. Fuentes municipales precisan que el nuevo director no es un cargo de confianza ni tiene categoría de director general, sino de funcionario de nivel 30. Valero tiene una plaza de profesor en la Universidad Politécnica de Madrid y ha pedido un traslado. Sobre la inversión en la Oficina, el Ayuntamiento asegura que pretende aumentar la partida año a año y justifica que no es muy alta porque la oficina no asume el presupuesto de obras, sino los estudios y análisis técnicos para ponerlas en marcha.

“Valero tiene el perfil idóneo para impulsar la accesibilidad en la ciudad de Madrid y situarnos en la vanguardia de las ciudades europeas en esta materia”, explica la concejala de Obras, Paloma García Romero (PP), área de la que cuelga este nuevo órgano. La oposición ha criticado su encuadre en este área porque, a su juicio, contradice ese enfoque transversal. El PSOE considera por ello que estaría mejor en Alcaldía o Vicealcaldía. De momento no ha echado a andar porque aún no está formado el equipo.

“Accesible significa disfrutable para todos”

Desde el departamento, el nuevo director promete dar un “enfoque trasversal” a su trabajo y asume que interactuará con todas las áreas de Gobierno. Su objetivo, dice, es “proponer soluciones para los puntos no accesibles de la ciudad de Madrid”. “Accesible significa disfrutable para cualquier persona”, resume.

Hacer de Madrid una ciudad acogedora para las personas con algún tipo de discapacidad requiere aún mucho trabajo. Un buen número de espacios públicos de la ciudad no responden a los requisitos mínimos de accesibilidad exigidos por ley desde diciembre de 2017, plazo dado por un real decreto del Gobierno para adaptar las infraestructuras. Metro de Madrid, por ejemplo, aún no tiene ascensor en todas las estaciones y eso contraviene la ley. Pasa lo mismo todavía en algunas universidades públicas.

En el ámbito de su competencia, Valero se pone como prioridad el transporte y la cultura. “En los autobuses de la EMT hay que mejorar los elementos de señalización, interacción y comunicación”, apunta. También en los eventos culturales organizados por el Ayuntamiento, que no disponen siempre de interpretación en lengua de signos, por ejemplo. El nuevo director de la Oficina, asimismo, considera una urgencia “instalar el bucle magnético para que las personas con audición limitada puedan relacionarse” en todas las instalaciones de atención directa al ciudadano. “Quiero aplicar un enfoque evolutivo para hacer de Madrid una ciudad para todos, disfrutada por todos con independencia de su capacidad funcional”, remata.

La vinculación de Valero a la universidad viene de lejos. Dice que empezó la carrera en la Politécnica (UPM) porque vio que había un grupo de investigación de ingeniería y telemedicina. En 1995 acabó los estudios, se doctoró después y sacó una plaza como profesor en ese centro universitario, en la Escuela de Telecomunicaciones donde dirigió el Departamento de Ingeniería y Arquitecturas Telemáticas hasta 2014. La cuenta de Twitter oficial de la universidad le ha felicitado por su nuevo trabajo.

El siguiente escalón profesional fue el Ministerio de Sanidad. Entró por concurrencia pública en el Centro de Referencia Estatal de la Autonomía Personal, cuenta.“Estuve unos años con el PP y los últimos con el PSOE. Buscaban alguien de mi perfil y me presenté al concurso. En estos años hemos intentado mejorar los servicios de teleasistencia para que los pudieran usar las personas mayores solas con hipoacusia a través de vibraciones. También hemos trabajado mucho, con la industria, para hacer los juguetes accesibles con impresiones 3D”, enumera. Ahora, la oferta del Ayuntamiento de Madrid le ha empujado a abandonar su puesto para embarcarse en algo nuevo: la política local.