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El nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez agudiza la desconfianza entre Ayuso y Ciudadanos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el vicepresidente, Ignacio Aguado, EFE/Víctor Lerena/Archivo

Fátima Caballero

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“Respetamos el nombramiento, pero no lo compartimos y hemos expresado nuestra disconformidad”. Con esta declaración, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, dejaba claro este martes que el nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez como jefe de Gabinete de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha caído como un jarro de agua fría en Ciudadanos. Desde la formación que ahora lidera Inés Arrimadas consideran esta designación un “claro ataque” de Ayuso a Aguado, agravando la desconfianza que siempre ha sobrevolado en la Puerta del Sol entre los socios de Gobierno.

Miguel Ángel Rodríguez acusó el pasado septiembre al padre de Aguado de haber cobrado “por la cara” un contrato de 102.000 euros de la Asamblea de Madrid. Lo hacía después de que Ciudadanos decidiese apoyar la comisión de investigación de Avalmadrid. Desde Ciudadanos aseguraron que dichas declaraciones eran “impresentables” y que no tenían “ningún tipo de fundamento”. El exportavoz del Gobierno de José María Aznar, conocido como M.A.R., llevó la campaña electoral de la presidenta regional y aunque no estaba contratado en la Asamblea de Madrid, la estrecha relación que les une le convirtió que sea una de las personas de máxima confianza de la regidora, aseguran en fuentes del PP.

Con estos mimbres, Ayuso llevaba este martes al Consejo de Gobierno el nombramiento de Rodríguez, una persona de su máxima confianza, sin que ninguno de los miembros del Gobierno fuera consciente de la decisión, aseguran fuentes del Ejecutivo. Por primera vez, el polémico nombramiento rompía la unanimidad que hasta ahora se había mantenido en las reuniones del Consejo de Gobierno, aseguran fuentes de Ciudadanos.

La noticia llega apenas diez días después de que el Ejecutivo autonómico intentase limar asperezas en un encuentro secreto de todos sus miembros en Manzanares El Real. Los socios de gobierno trataron de vender que los desencuentros habían quedado atrás, hasta el punto de que el vicepresidente presentó a Ayuso en un desayuno informativo el pasado jueves.

“Es poner de jefe de gabinete a alguien que ha afeado a tu socio de viaje, según ella mismo definió a Ignacio Aguado en el desayuno informativo”, critican desde Ciudadanos. “Pero Ignacio trabaja por los madrileños y seguirá trabajando para los madrileños”, añaden.

La coalición de PP y Ciudadanos empezó con mal pie entre ambas formaciones que comparten espectro ideológico. Las tensiones y los desacuerdos han protagonizado el día a día del Ejecutivo que preside Díaz Ayuso, y que fue posible gracias al apoyo de la extrema derecha. El resultado ha sido el de “dos gobiernos en uno”, según admitió la propia presidenta regional, evidenciando que el primer ejecutivo de coalición en la historia de la región madrileña lejos de estar cohesionado genera tensiones y batallas internas desde el primer día entre los socios de gobierno.

Con Miguel Ángel Rodríguez, Ayuso apuesta por un perfil ideológico aún más duro. “Le he nombrado porque para mis mensajes, para mi agenda, para mi trabajo, creo que es el que va a hacer el mejor papel en estos momentos”, argumentaba la presidenta madrileña ante las críticas de su socio de Gobierno, Ignacio Aguado, con quien comparecía en una rueda de prensa conjunta. Ayuso dejaba constancia así de que piensa seguir apostando por la confrontación al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos para seguir proyectando su imagen nacional.

De facto es hacer oficial algo que ya estaba ocurriendo, ya que según han reconocido en numerosas ocasiones fuentes populares, el exsecretario de Estado de Comunicación con José María Aznar ya trabajaba en la sombra para la presidenta regional, desde que se hiciera cargo de su campaña en las elecciones autonómicas de mayo, en las que por primera vez el PP perdió en las urnas, aunque logró amarrar el Gobierno gracias al apoyo de Ciudadanos y de Vox.

M.A.R., sustituye en el cargo a José Luis Carreras, y se convierte en el segundo cambio que la regidora madrileña hace de su equipo más cercano, cuando apenas han transcurrido cinco meses desde su investidura. El pasado mes de noviembre, Ayuso fulminó al que fuera su director general de Medios, Pablo Balbín, y su lugar lo pasó a ocupar Nacho García Mostazo.

Durante estos meses de Gobierno, el consultor político no se ha desvinculado de la presidenta y han sido varias las polémicas que ha protagonizado por sus mensajes a través de la red social Twitter, cuya cuenta ha decidido cerrar antes de que se hiciera público su nombramiento.

Rodríguez fue el encargado de encender la maquinaria del fango que se ha puesto en marcha en el PP en contra de la corporación pública, Telemadrid. El ya jefe de Gabinete de la presidenta puso a Telemadrid en el centro de sus críticas diarias en redes sociales. Aún sin formar parte de la plantilla de Ayuso ni del Gobierno, se convirtió en un verso suelto y se dedicó a atacar al ente público por contravenir supuestamente los intereses de los gobiernos populares en Ayuntamiento y Comunidad.

M.A.R también se dedicó a cargar contra el otro socio de gobierno, Vox. Una de sus últimas declaraciones controvertidas fueron dirigidas contra la portavoz del partido de extrema derecha en la Cámara autonómica, Rocío Monasterio, y su marido y portavoz de esta formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Ante una información que aludía a que estos no estaban al día de los pagos en su comunidad de vecinos, el asesor lanzó un “jódete” y le afeó su posición respecto a la comisión de Avalmadrid.

Al paso de este rifirrafe tuvo que salir la presidenta madrileña. “Creo que somos adultos y yo no puedo ir a nadie a quitarle el tuit o decirle a nadie cómo tiene que utilizar sus redes sociales”, declaró ante los medios de comunicación, después de asegurar que ella siempre había rechazado comentar las publicaciones sobre temas personales de Vox.

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