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Los MIR denuncian amenazas en algunos hospitales tras anunciar una huelga contra el Gobierno de Ayuso

Miembros del personal sanitario del Hospital Gregorio Marañón posan con una pancarta en la que se lee "Sanitarios necesarios"

Mónica Zas Marcos

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La presión de estos meses sobre el sistema de salud madrileño ha abierto otra grieta entre los profesionales sanitarios. En este caso, los médicos internos residentes (MIR) han anunciado el comienzo de una huelga indefinida el próximo 13 de julio si la Comunidad la Madrid no se sienta a negociar con ellos un convenio para mejorar sus condiciones. De momento siguen sin recibir respuesta de la Consejería de Sanidad, pero los residentes denuncian una campaña de presión hacia ellos en algunos hospitales con amenazas directas y reprimendas.

Este lunes, el Hospital Clínico San Carlos (HCSC) comunicó de forma oficial a sus MIR que las vacaciones y permisos ya aprobados quedaban anulados o suspendidos debido al paro. “Bajé en persona a hablar con el director de gestión, le dije que eso era ilegal y reculó”, cuenta Diego Boianelli, residente en el Clínico y miembro del comité de huelga a nivel autonómico.

Fue entonces cuando la Gerencia remitió una segunda comunicación en la que concretaba que “al no haberse convocado todavía la huelga, y para aclarar el correo previo, no se autorizarían las vacaciones solicitadas a partir del 13 de julio, pero las solicitadas y concedidas previamente a esa fecha si se pueden disfrutar”. Para los representantes sindicales esta es una reacción de cara a la galería puesto que, en su opinión, deberían garantizase los permisos en cualquier caso. 

Boianelli explica que durante la charla que mantuvo con el gerente del Clínico en su despacho, le anunció que iban a “reorganizar la urgencia” durante los días que se alargara la huelga, cubriendo los puestos de MIR con médicos adjuntos, es decir, profesionales que han terminado su especialización, lo que también podría estar incumpliendo la normativa a juicio de los residentes: “Primero, porque suplir así nuestros servicios es esquirolaje y, segundo, porque los residentes somos personal no estructural y haciéndolo reconocen que sin nosotros las urgencias se caen”, explica el portavoz sindical del HCSC.

El Hospital Clínico remite en conversación con eldiario.es a la rectificación sobre las vacaciones y niega cualquier otra estrategia de presión sobre sus MIR. Garantizan tanto la asistencia médica como el derecho a huelga de los trabajadores. Mientras tanto, el comité ha hecho llegar a la dirección un comunicado –consultado con los abogados laboralistas del sindicato de médicos AMYTS– que afirma que “en caso de repetirse esta situación, se iniciarán trámites legales” por “ejercer un chantaje directo para crear confusión y presionar para disminuir el seguimiento de la huelga”.

Con todo, miembros del comité alegan que el Hospital Clínico no es el único de la Comunidad de Madrid que continúa ejerciendo estas presiones. “Ahora tiene repercusión por la situación en la que estamos, porque la gente está cansada y vamos a una huelga. Pero normalmente las cosas funcionan así, por mensajes internos con nula legalidad que se aceptan porque los MIR son un colectivo muy sumiso y difícil de movilizar”, alega Diego Boianelli.

Otros médicos residentes han relatado a eldiario.es que también están recibiendo presiones sobre sus prácticas o sus permisos para disuadirles de continuar con sus reivindicaciones. “Después de lo que ha pasado con el Clínico, ningún otro hospital se va a arriesgar a mandar una circular, pero las amenazas siguen”, asegura Boianelli.

Plazo para negociar con la Comunidad

La huelga es la última baza de estos trabajadores después de que Consejería de Sanidad haya desoído sus peticiones durante toda la crisis de la COVID-19 y en especial desde el pasado 22 de mayo, día en el que los diferentes sindicatos médicos y el comité de empresa de residentes de Madrid les enviasen un convenio colectivo sobre el que no han recibido respuesta.

Este colectivo está conformado por graduados en Medicina que completan su formación durante cinco años para convertirse en especialistas, pero a quienes no se les considera parte de la plantilla del hospital durante el periodo, lo que les sitúa en un limbo legal del que “siempre se aprovechan” los centros, denuncian.

Los convocantes critican el “silencio administrativo” de la Comunidad de Madrid comparado con las medidas adoptadas en otras comunidades y ofrecen un periodo de margen hasta el 2 de julio a la Consejería de Sanidad para que les contesten antes de presentar la petición de huelga en el Ministerio de Trabajo.

El sindicato AMYTS, que apoya la convocatoria de huelga, denunció en una nota las “pésimas condiciones de los escasos contratos generados para los residentes que han terminado su último año”, “las nóminas ridículas de los residentes que no han podido realizar guardias, por estar de baja o reubicación” y el problema de las “camas calientes”, es decir, que los residentes compartan el mismo espacio de descanso en las guardias sin que se cambien las sábanas. “Son continuas muestras de desatención y abandono por parte de las autoridades responsables”, aseguran.

Por su parte, la Consejería de Sanidad justifica en conversación con eldiario.es que en el marco normativo para el personal médico en formación “no existe obligación alguna para suscribir un convenio colectivo” como el que piden los residentes. En cuanto a las supuestas amenazas por parte de la dirección de ciertos hospitales, se desmarca del asunto alegando “que no se ha dado ninguna instrucción de denegación de las vacaciones” y que “la organización de permisos y libranzas se realiza por parte de cada centro”.

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