El Ayuntamiento tendrá que demostrar ante la jueza que el recorte en Madrid Central reduce la contaminación

Desde el 1 de enero, Madrid Central es un poco más pequeño debido al recorte que efectuó el Ayuntamiento en uno de sus extremos: las calles Mártires de Alcalá y Seminario de Nobles pasaron a ser de libre circulación, en una polémica medida que habilitaba un atajo por mitad de Chamberí para los tránsitos sur-norte.

Con intención de revertir la medida, Ecologistas en Acción denunció el recorte en los tribunales, a través de un recurso contencioso-administrativo, que acaba de ser admitido a trámite. Esto significa que las partes tienen que dar ahora sus argumentos y que el Ayuntamiento de Madrid tendrá que demostrar ante el juez que el recorte ha servido para reducir la contaminación.

“A partir de ahora se inicia un litigio en el que el Gobierno Municipal tendrá que justificar las medidas aprobadas en diciembre ante este juzgado y Ecologistas en Acción podrá argumentar sobre los problemas que ocasionan, tras lo cual la jueza dictará una sentencia”, explican desde la organización.

El alcalde Martínez Almeida aseguró en su momento que abrir al tráfico libre esta zona iba a «mejorar la calidad del aire», citando un informe de Medio Ambiente que también asegura que el tráfico será más fluido, aunque el mandatario no exhibió dicho informe ni lo facilitó a la prensa. «Es un tramo de 100 metros [en realidad es de 300] que mejorará la circulación porque no se producirán los atascos ni tener que dar la vuelta hasta poder girar por Alberto Aguilera», indicó el alcalde antes de asegurar que su medida serviría también para evitar el 21% de multas en el área restringida que actualmente se imponen en las cámaras de esa calle.

Para Ecologistas, esta es una de las medidas “más preocupantes” aprobadas en diciembre, con el pretexto de permitir una mayor fluidez, estrategia que califican de “obsoleta” y que ha llevado a la ciudad “a grandes incrementos en el uso del coche y los consecuentes problemas de salud pública por los gases tóxicos de los tubos de escape”.

La denuncia también va contra otras medidas adicionales, como el cambio de estatus de comerciantes, hosteleros y restauradores, que pasaron a ser considerados como residentes, lo que “aumentó de nuevo el número de coches en circulación”. También se permitió la entrada de motocicletas y ciclomotores no autorizados hasta la medianoche (antes sólo podían hacerlo hasta las 22.00). Y se prorrogó el permiso para que los camiones de más de 3.500 kg sin etiqueta, los más contaminantes, pudieran seguir circulando hasta finales de 2022.