Así será la nueva Plaza de Pedro Zerolo tras la remodelación que planea Carmena

Si el pasado septiembre el Ayuntamiento de Madrid adelantaba algunos detalles de la remodelación de la Plaza de Pedro Zerolo, uno de los proyectos estrella de su primera legislatura, ya conocemos todos los detalles de unas obras que dividen a vecinos y responsables municipales.

El proyecto, al que ha tenido acceso Somos Chueca, propone una nueva distribución del espacio de la plaza, de 76 metros de longitud y 74 metros de ancho, que incluye el desplazamiento del quiosco de restauración, de la zona infantil y de los anclajes de BiciMad y la eliminación de la fuente de Vázquez de Mella.

El objetivo fundamental, según el Área de Desarrollo Urbano y Sostenible, es renaturalizar el espacio, aportando más superficie verde en forma de praderas de césped, y ampliar las aceras y la superficie de la plaza para su uso peatonal estrechando los carriles por los que circulan los vehículos hasta los 2,80 metros “para conseguir el templado del tráfico”.

Así, se ampliarán las aceras de las calles Infantas, San Bartolomé y Costanilla de Capuchinos siguiendo los mismos criterios que en las once calles remodeladas de Chueca, tanto por el uso de plataforma única como por el tipo de acabados. Con ello se podrán crear una “banda de paso peatonal y una banda donde se concentre el mobiliario y las alineaciones de árboles”.

También se repavimentarán las calzadas, las aceras, la plaza y los pasos de peatones para que cumplan con la normativa de accesibilidad.

Unos trabajos a los que se destinará un presupuesto total de 3.292.601,35 euros (incluido el IVA) y que está previsto que duren un total de seis meses, en los que se demolerá por completo la plaza actual.

Cinco praderas poligonales con un banco corrido

Para poder hacer realidad el diseño de la nueva Plaza de Pedro Zerolo será necesario construir seis parterres elevados con forma trapezoidal, que servirán para albergar tanto árboles como césped.

Sobre ellos se construirá un murete-banco de piedra blanca que ejercerá las funciones tanto de elemento de contención como de asiento, configurando un enorme banco corrido para el uso y disfrute de vecinos y visitantes.

Una parte muy importante en la ejecución de todas las obras y la construcción de estos enormes alcorques-pradera es la existencia del aparcamiento subterráneo (de rotación y para residentes).

Para evitar futuras filtraciones, la empresa adjudicataria de las obras deberá llevar a cabo una serie de impermeabilizaciones y drenajes que impidan que las instalaciones del aparcamiento y el techo tengan problemas derivados del riego y la lluvia.

Dos nuevos árboles por cada árbol talado

Ninguno de los árboles y plantas que actualmente están plantados en la Plaza de Pedro Zerolo se mantendrá en la nueva Plaza de Pedro Zerolo. Su nulo valor ecológico y ornamental, el elevado coste del transplante y el hecho de que ninguno de los ejemplares esté protegido no justifican la necesidad de transplantarlos y, por ello, serán talados.

Para compensar esta pérdida de elementos verdes, el Ayuntamiento de Madrid planea la plantación de 10 ejemplares de Tilia cordata (tilos), 49 Melia Azedarach (como árboles de alineación para las calles Infantas, San Bartolomé y Costanilla de Capuchinos) y 2 Lagestroemias (para el tramo final de la Costanilla de Capuchinos).

En cuanto a los parterres elevados, además de césped se plantarán ejemplares de Photinia Xfraseri “Red Robin”, un arbusto perenne de crecimiento bastante rápido y que cambia de coloración durante el año, y de Hedera Heix (hiedra común).

Una nueva fuente ornamental

La actual fuente de Vázquez de Mella, que daba nombre a la plaza anteriormente, será completamente eliminada y se añadirán dos fuentes de agua para beber, con el mismo diseño a dos niveles que las instaladas recientemente en Gran Vía.

Para hacer más estética la salida de ventilación del aparcamiento subterráneo, se ha proyectado una fuente ornamental elevada y luminosa con una cortina vertical de agua en una de sus caras.

También habrá importantes cambios en la iluminación de la propia Plaza de Pedro Zerolo y  las calles aledañas, que implica nuevas cimentaciones, arquetas, canalizaciones y cableado y la instalación de unas farolas de diseño contemporáneo, frente a las actuales farolas tipo Villa.

Por lo que respecta al mobiliario urbano, se dará continuidad al diseño contemporáneo del proyecto con el revestimiento con placas de granito de las salidas exteriores de los ascensores, escaleras, cuadros de mando y eléctricos, etc.

Una zona de juego infantil más vanguardista y un baño público

Siguiendo el estilo del resto de elementos de la futura Plaza de Pedro Zerolo, la zona de juegos infantiles también sufrirá importantes cambios. Además de cambiar de ubicación al otro extremo de la plaza, la zona de juegos infantiles también verá reducida su superficie.

Dos son los columpios de madera propuestos para esta nueva área para niños: un columpio modelo acróbatas, consistente en varios cubos, 2 puentes, 1 tronco para escalar, 1 escalera, 1 cuerda para escalar y una barra de bomberos; y un caballo móvil con un muelle flexible.

Una de las grandes demandas vecinales, la instalación de un baño público, será por fin satisfecha con un punto fijo de acceso público que reemplazará a los polémicos baños químicos portátiles que hay en la actualidad.

Adiós al lazo rojo por la lucha contra el VIH-S

Otro importante cambio a nivel estético que traerá la reforma de la Plaza de Pedro Zerolo es la eliminación del enorme lazo rojo que Teresa Sapey diseñó para el acceso del aparcamiento subterráneo.

Era el año 2005 cuando esta especialista en el diseño de aparcamientos nos sorprendía con un particular proyecto que encerraba un mensaje de compromiso de la ciudad en la lucha contra el VIH-S.

Aunque la propuesta original planteaba enlazar el lazo rojo sobre la rampa de acceso con la salida de peatones, finalmente se colocó en posición horizontal para recordarnos la importancia de protegernos frente al VIH-S.

También perderán su significado original las salidas acristaladas de las escaleras y ascensores, que el nuevo diseño propone cubrir de piedra, cambiando la ligereza de la propuesta de Sapey por otra más contundente, pero más fácil de mantener, según el Ayuntamiento.

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