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El café más madrugador de Malasaña dice adiós

Cuando publicábamos hace unas semanas la lista de bares clásicos que todavía resisten en Malasaña desconocíamos que uno de ellos, la Cafetería Dominó de Corredera Alta de San Pablo, estaba a punto de echar el cierre. Alfredo, el dueño del negocio, se vio obligado a bajar la persiana hace unos días dado que el pasado noviembre se le acabó el contrato de alquiler de renta antigua que tenía y el dueño del local sólo quiso hacerle uno nuevo por un año más, con la esperada subida de renta. La falta de seguridad que le ofrecían, el incremento del precio y la gran competencia hostelera que hay en el barrio, que había hecho que bajaran las ventas, fue la puntilla para este comercio familiar de décadas.

El Dominó era el bar más madrugador de Malasaña. Abría a las 7.00 -o antes- para poner el desayuno a los currantes del barrio, aquellos que necesitan como nadie una buena dosis de cafeína para empezar el día. Daba también comidas, cañas y cerraba a las 22.00, cuando el ambiente nocturno del barrio comenzaba a calentarse.

Tal vez por esta razón, por renunciar a la noche en favor de la primera hora de la mañana, su clientela se nutría de vecinos del barrio de toda la vida y, a veces, de paseantes despistados. Allí te encontrabas a la panadera tomando un descanso. Y al frutero tomándose una copa cuando cerraba su tienda. “Es una cafetería pequeña y algo cutrecilla pero que tiene probablemente uno de los mejores café de la zona y una atención al cliente maravillosa”, resumía un acertado comentario sobre el local en las redes sociales.

El arraigo en el barrio en el que creció Alfredo -primero como camarero y luego como responsable del negocio- hizo que sus clientes quisieran rendirle homenaje en su despedida. El último sábado de apertura (el 17 de febrero) le organizaron una pequeña fiesta, con varios regalos como agradecimiento a su labor durante décadas al otro lado de la barra. Y con foto de despedida que insertamos. Un merecido homenaje al que nos sumamos ahora desde este periódico.

La despedida de la cafetería Dominó se une a la del bar Prado o a la del Lozano, cerrados a principios de año. También se marcharon de Malasaña en los últimos años el bar NoviciadoLa Pepita, el Boñar de León, el O Compañeiroel Chamizo.