Madrid vuelve a lucir una de sus mejores vistas. Y no es que se haya reabierto un gran mirador o una imponente azotea, sino que el Museo de Historia de la ciudad (en el número 78 de la céntrica calle Fuencarral) expone de nuevo a partir de este viernes 15 de agosto la maqueta histórica de León Gil de Palacio.
Elaborada en 1830 por el ingeniero y cartógrafo madrileño, la pieza Modelo de Madrid es una de las más importantes de las expuestas en el museo y una de las maquetas históricas más antiguas de toda Europa. Fue retirada del espacio de conservación a comienzos de año, en unos trabajos de restauración en los que el Ayuntamiento de Madrid ha invertido 80.149 euros, con el IVA incluído.
La maqueta se mostrará al público en una nueva ubicación dentro del Museo de Historia de Madrid, lo que ha permitido liberar un área que se convertirá en una nueva sala de actos polivalente. El Gobierno de Cibeles habla de dedicar este renovado recinto a actividades culturales, presentaciones y eventos institucionales vinculados al ámbito del patrimonio y la historia de la ciudad.
Según detalla el Consistorio de la capital, la intervención ha incluido una limpieza integral de la maqueta, la sustitución de la antigua urna expositiva por una nueva estructura que garantiza su conservación preventiva y una nueva iluminación museográfica para sacar todo el partido a la obra. Además, se ha rediseñado el espacio expositivo para ofrecer un recorrido perimetral más fluido y accesible, con una rampa para personas con movilidad reducida.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha acudido a presentar la vuelta de la maqueta acompañada del concejal del distrito Centro, Carlos Segura. Ambos ediles han celebrado que la maqueta regrese a la vista de todo el mundo coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Paloma, una de las fechas más destacadas en el calendario madrileño.
La creación de Gil de Palacio, que comandaba un equipo con otros muchos ayudantes, supuso todo un hito en la representación cartográfica de la capital. Pese a sus grandes dimensiones y asombrosa precisión, fue elaborada en apenas 23 días. Fue la primera representación registrada de los espacios libres del interior de las manzanas y la altimetría de la Villa y Corte.
Debido a ello, el modelo constituye una fuente primordial para conocer la geografía histórica de la ciudad cuando todavía estaba encerrada en la cerca fiscal de Felipe IV. Un límite que no fue derribado hasta tres décadas más tarde, en 1868, para conformar el Ensanche de la capital. Así, esta maqueta histórica hizo eso, historia, al registrar para siempre el Madrid irrepetible de los primeros compases del siglo XIX.