Obras para recuperar del mortero el esquinazo neomudéjar protegido de la calle Hierbabuena

No todos los días tenemos el placer de teclear buenas noticias para la protección del patrimonio en el distrito de Tetuán. Hoy es el caso. Han comenzado las obras para recuperar el ladrillo visto de la casa baja de estilo neomudéjar popular en el esquinazo de las calles de Hierbabuena y Tablada, del barrio de Berruguete.

El pasado mes de mayo la casa amaneció enfoscada, lo que causó revuelo entre los amantes del patrimonio y, en general, de mucho vecinos de Tetuán. El icónico esquinazo ofrece al paseante una significativa postal del cambio madrileño con las casas bajas enmarcadas en el horizonte por la cinco Torres de la Castellana. Esta casita, junto con el resto del cogollito superviviente que la acompaña, fue incluida en la última revisión del catálogo de edificios protegidos después de la campaña vecinal por la protección del neomudéjar popular llevada a cabo por el Grupo para la protección del patrimonio de Tetuán.

“Se mantendrá la configuración del faldón de cubierta a la vía pública y se recuperará su acabado en teja árabe. Las actuaciones exteriores se realizarán con un criterio uniforme para todo el frente de la manzana a la calle Hierbabuena”, reza el portal urbanístico del Ayuntamiento de Madrid.

Avisada la junta de distrito por el Grupo por la protección del patrimonio de Tetuán, que metió una queja por registro en el negociado correspondiente, desde el Ayuntamiento contestaron que ya estaban al tanto de lo ocurrido y se había ordenado paralizar las obras del inmueble después de que el Servicio de Medio Ambiente y Escena Urbana emitiera un informe técnico sobre el caso.

Ahora, el propietario ha empezado a retirar el revestimiento de mortero ilegal para descubrir la fábrica de ladrillo vista, tal como indica la protección patrimonial de la casa.

El característico esquinazo acababa de ser incluido por el grupo y la comunidad de vecinos con los que se comunica a través de redes sociales como una de las esquinas más emblemáticas del barrio. Queda por saber si también se restituirá la encantadora ventanita informativa que adornaba la fachada antes de la reforma. El último superviviente del proyecto Ventanas a Tetuán, que la periodista Beatriz Calvo llevó a cabo en 2013, una ventana manufacturada en madera con una fotografía de los antiguos moradores de la casa y un código QR que llevaba a un trabajo sobre la vivienda popular en Tetuán. En este caso, no media protección patrimonial alguna pero serviría para seguir poniendo en valor la memoria de la cultura material obrera del antiguo extrarradio madrileño.