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¿Puede un coche inspirar a una estrella Michelín?

El chef francés Lionel Beccat con el LC Cabrio

Presentado en el último festival de Goodwood celebrado antes de la pandemia, el LC Cabrio es algo más que un descapotable de lujo en la gama Lexus. Basado en el coupé LC500h, que en nuestro mercado se ofrece con motorización híbrida, el LC Cabrio ha sido concebido desde todos los puntos de vista, para conseguir la satisfacción de sus exclusivos compradores: estética, interior y dinámica. Porque empezando por la tarifa, los 155.000 euros que cuesta lo hacen empatar directamente con lo más granado de BMW, Mercedes o Porsche: los 850, SL y 911, respectivamente.

Con 4,76 metros de largo y solo 1,35 de alto, el LC Cabrio presenta una estampa exterior inconfundible, muy elaborada en el frontal y la zaga, y grandes pasos de rueda alrededor de llantas de 21 pulgadas que lo plantan sobre el asfalto con aspecto monolítico. Las líneas del perfil calcan a la del LC 500h Coupé desde el capó a la parte trasera de las puertas, donde se inicia un incremento de la altura y la anchura para albergar el mecanismo de la capota eléctrica. En busca de autenticidad, esta es de tela y se pliega en un suspiro (15 segundos y en marcha hasta 50 km/h), y por su construcción de cuatro capas y la extrema tensión del material cuando está desplegada, apenas incrementa el ruido interior respecto a su hermano con techo de chapa. Por selección de materiales, ajuste y diseño, el interior del LC Cabrio es directamente el Lexus donde la calidad se hace más evidente. También por tecnología al servicio del confort, como el climatizador a la altura del cuello sea cual sea la temperatura exterior.

Solo V8

En busca de sensaciones, la elección de una única motorización gasolina atmosférica de ocho cilindros es lógica. Entrega 477 caballos y aunque de por sí suena poderoso y armónico, varios sistemas se encargan de potenciar las notas más gloriosas, anulando las que interfieren en la experiencia. De forma mecánica, una serie de válvulas controlan el sonido del escape; en paralelo, el equipo de audio mantiene activo un programa que cambia la ecualización en función del régimen de giro y del sonido que sale del motor, anulando frecuencias desagradables como hacen los auriculares con cancelación activa de ruido.

Por todo lo anterior, el chef francés Lionel Beccat ha encontrado una conexión directa con el LC Cabrio: “Comer y conducir, son sensaciones físicas que han de atraer a los cinco sentidos”. Un coherente embajador de la marca porque comparte cuna, Europa, con los rivales más enconados de Lexus, y porque ha desarrollado su carrera profesional en Japón.

Nacido en Córcega, su talento floreció tras estudiar cocina francesa con el maestro de cocina Michel Troisgros: un tres estrellas pionero en la introducción de la cocina francesa en el Century Hyatt en Tokio. Bajo su influencia se trasladó a Japón, donde su filosofía por la cocina cambió tras pasar algún tiempo reflexionando sobre el arte. Ese cambio, lo impulsó tanto la naturaleza como la honestidad de los agricultores-productores que interactúan con el paisaje japonés. “Solía cocinar para expresar mi forma de ser, pero cuando descubrí las maravillas de la naturaleza japonesa y el poder que la gente obtiene de ella, me di cuenta de que son los ingredientes los que deben expresarse en la comida, y no en el chef”.

Las carreteras de la prefectura alta de Oita, al suroeste de Japón, son las indicadas para encontrar la conexión entre la conducción y los sentidos que persigue Lexus con su cabrio insignia. Un escenario donde disfrutar de la calidad de rodadura y la precisión de guiado del LC Cabrio. Y los 1.000 kilómetros que separan al Monte Aso, uno de los volcanes más famosos de Japón, del restaurante “Esquisse” que Lionel regenta en el exclusivo distrito de Ginza en Tokio, el recorrido necesario para reflexionar sobre el plato basado en esa experiencia de conducción. 

Uno de los ingredientes clave fue el ave silvestre que se le pasó por la cabeza mientras conducía por las tierras altas. “Libre y salvaje, pero graciosa y elegante. Esa es la imagen que tenía cuando pensé en el LC Cabrio”, explica Lionel. “Lo que descubres viajando te enriquece, y en mi caso, como chef, es motivo de reflexión”.

Alimentos y vehículos. Uno podría pensar de entrada que no parecen estar relacionados, pero Lionel explica que hay similitudes definidas. Ambas deben atraer los cinco sentidos del ser humano“. Esas palabras transmiten la determinación de un hombre dispuesto a satisfacer los infinitos deseos de los sentidos.

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