El Museo de Bellas de Artes de Murcia (MUBAM) vuelve a conectarse el sábado con el olor a pintura y el arte urbano en vivo. Dante Arcade realizará en directo un mural preparado para la ocasión, que podrá ser contemplado por todo aquel que se acerque por el museo que acoge la exposición 'De vándalos a leyendas'.
El artista murciano ubicado en Barcelona, comenzó su andadura en los años 90 motivado por la cultura hip–hop y el skate. Desde entonces, el universo retro y la sociedad cibernética han estado muy presentes en su obra. A lo largo de su arte “se examina la cultura pop mezclada con lo vintage, creando imágenes fragmentadas por líneas aerodinámicas e íconos”.
Dante, como todos los artistas que ya han realizado sus intervenciones en directo, demostrará al público la variedad de estilos, formatos y útiles de trabajo que pueden dar forma al arte urbano.
Obra inédita de coleccionistas privados
Darío Vigueras es el comisario de la exposición 'De vándalos a leyendas', además de marchante de arte. Se declara “consciente” del interés que han despertado todas estas muestras, ya que, realmente, se trata de una verdadera delicatessen para los amantes del arte urbano. Más de un centenar de obras procedentes de más de 20 países con referentes como Bansky, Blek Le Rat, Blade o el pionero Taki 183. Como él mismo comenta: “Hemos recopilado mucha obra inédita procedente de coleccionistas privados. Se trata de una muestra que será muy difícil de repetir en cualquier otra parte de mundo”.
El writing y el grafiti
Isaac Garrido, conocido como Isaak (Murcia, 1979) además de escritor de grafiti y muralista, es graduado en Historia del Arte y diplomado en Turismo (UMU). Al hilo de esta exposición considera que “la muestra sobresale, entre otras cosas, por el buen criterio que se ha tenido a la hora de comprar muchas de las obras. Creo que Dario Vergara se ha asesorado muy bien. Me ha encantado poder ver obras de gente que se ha criado en su barrio y han llegado lejos”.
“De pequeño me gustaba mucho dibujar y cuando vi los primeros grafitis por la ciudad dije: joder ¡esto qué es! ¡yo quiero hacer eso! Conforme lo vas entendiendo, te va gustando más y más e intentas participar, hasta formar parte de algo que es más grande que tú”, afirma el muralista. “El título está muy bien tirado. Es cierto que hay gente que no ha sido vándala en su vida, pero la mayor parte de gente que está en la expo, sí”, añade.
Grafiti deriva del italiano graffiti, cuyo origen puede estar en el latín scariphare. Este verbo hace referencia a la forma en la que se hacían grabados sobre tablilla, por medio de un punzón. También se refiere al propio estilo que nace derivado de la práctica de la escritura. Seguramente, por todas las connotaciones que lleva implícitas desarrollar un determinado estilo y porque no hay dos formas de escribir que sean iguales.
Isaak señala que la obra del neoyorquino Blade no está colocada de manera muy visible en la exposición. Este artista urbano desarrolló un estilo muy particular dentro del writing. Si bien hoy día se denomina grafiti a los murales callejeros con letras y puede que también con dibujos, el término grafiti fue acuñado después de que apareciera el fenómeno de las firmas –tags–. Aquellos que comenzaron firmando y sentando las bases de toda esta cultura, se llamaban a sí mismos writers (escritores en inglés).
Además de la cuestión identitaria y territorialista, Isaak añade que “la vida es inesperada. Por mucho control que pretendamos tener, no es real, vivimos en un caos aparentemente ordenado. Una firma te recuerda que en un momento dado, se te puede caer una maceta en la cabeza mientras pasas por debajo de un edificio. También siempre se ha dicho que es una forma de publicitarse ¿Acaso toda la publicidad que consumimos la hemos pedido? Pues las firmas hacen lo mismo: no piden permiso, aparecen. Y tampoco piden perdón”.
“El writing – continúa– consiste en reivindicar como un arte la caligrafía y, con ella, el estilo de escribir tu nombre. La pintura, tal y como se enseñaba hace unos años, no contemplaba el fenómeno de la escritura en sí como algo que podía ser bello. La tradición del grafiti, rompe con esa dinámica: muestra que, al pintar letras, también puede haber belleza”.
“'De vándalos a leyendas' promueve que se le dé más crédito a quienes han destacado en el writing como modelo de grafiti. Ellos son quienes realmente impulsaron una nueva era en las artes plásticas”, abunda el muralista.
“Desaprobación y prejuicio”
Son más de 30 años los que lleva Isaak pintando. En Murcia, como en el resto del país, la cultura del grafiti viene de la mano del hip-hop que aterriza en la década de los 80. La labor de su asentamiento en cada ciudad fue trabajo de mucha gente que lo construyó prácticamente desde cero.
“En los grafitis hay un estilo de pintura totalmente fantástico, nuevo, donde puedes usar mucho la imaginación. En mi caso, he ido formando parte de distintos colectivos de gente y según la sintonía que había con unos u otros, nos agrupábamos para ser cada vez mejores en la pintura. Si veías que alguien destacaba, querías estar cerca para que te enseñara. Pero era fundamental trabajar tu propio estilo. Estaba mal visto parecerte o imitar el estilo de otro”.
“Nuestra generación, así como los que fueron por delante de mí, hicimos el trabajo sucio de enfrentarnos a la desaprobación y a los prejuicios que despertábamos. En los años 90, los que estuvimos ahí, nos enfrentamos a un rechazo social muy grande”. El grafitero considera que han podido allanar el camino para que la gente que ahora estudia en las escuelas de artes y oficios, se planteen el muralismo como una posibilidad de futuro. “Antes ni lo pensabas”.
“Para aprender a pintar, hacen falta sprays. Así es que, en mis tiempos, intentábamos ahorrar lo poco que nos daban nuestros padres los fines de semana y cuando tenías para comprarte unos botes de spray, pues a darle caña. No queríamos ser delincuentes, al contrario. Queríamos demostrar que éramos buena gente y que podíamos hacer cosas guapas que, hasta entonces, apenas se habían visto”.
El muralista también valora de aquella primera época la labor de apertura mental que tuvieron muchas personas con él. “Cuando le pedía permiso a un vecino para pintar en una pared o iba a una nave abandonada, había gente que, al verme, se me acercaba y me decía: oye ¿por qué no me pintas un dibujo en la persiana que la tengo estropeada? En mi desarrollo, tengo mucho que agradecer a esa parte de la ciudadanía que se fijaba en lo que hacía. Gracias a esas personas, pude empezar a profesionalizar mi trabajo”.
El arte urbano, en los museos
No es la primera vez que Murcia acoge una exposición de arte urbano. La primera fue en 2017 en el MUBAM y a ella acudieron más de 30 mil personas. La historia se repitió en 2019 en el Museo de Arte Moderno (MURAM) de Cartagena. Ambas exposiciones tuvieron en común, además de la temática, el hecho de haber sido posibles gracias al empuje de la plataforma Murcia Street Art Project y a la receptividad de diferentes instituciones públicas.
Pero la Región no solo cuenta con museos que acogen este tipo de arte. En los últimos años, diferentes ayuntamientos, empresas o particulares, han puesto a disposición de los artistas, fachadas de edificios y paredes para ser renovadas con diversas técnicas de muralismo o grafiti. Un caso destacable es el de la ciudad de Alcantarilla donde su Ayuntamiento, acaba de presentar una nueva ruta del grafiti compuesta por 60 obras. Este museo al aire libre ha ubicado al municipio, en la lista de los lugares que cuentan con un mayor número de obras de los mejores artistas urbanos del mundo.
La exposición 'De vándalos a leyendas' se podrá visitar hasta el 27 de julio en el MUBAM.