Funcionarios sin descanso: chóferes de cargos institucionales de Murcia alertan de “abusos” en sus jornadas

elDiariomurcia

25 de junio de 2025 06:00 h

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“Es muy difícil conciliar el trabajo y tu vida (...), y con la disponibilidad que hay que tener, si haces más horas de las que te tocan, las pierdes.” Desafortunadamente, una expresión como esta es demasiado habitual en nuestro país cuando a alguien le preguntan qué tal en el curro. La diferencia, en este caso, es que estas palabras las pronuncia un funcionario. En concreto, uno de los conductores del Parque Móvil de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM). Su labor y la de sus compañeros consiste en trasladar a determinados cargos institucionales allá donde se les requiera, y también conducen los autobuses del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS).

De acuerdo con el conductor, los cóferes de la CARM se quejan de que la organización del servicio no responde a un sistema de turnos convencional. Tampoco hay control horario, ni estructura fija de descansos. Lo habitual, cuentan, es esperar hasta que el servicio lo requiera, sin saber de antemano cuánto durará la jornada. A cambio, reciben en nómina una serie de complementos que, según afirman, no compensan en absoluto el sacrificio. En una entrevista con elDiario.es Región de Murcia, varios trabajadores detallan cómo esta situación lleva años sin resolverse, a pesar de haber sido comunicada “por activa y por pasiva” a todo el organigrama.

Sus compañeros se desmarcan de sus declaraciones: “Es cierto que venimos de una situación insostenible que desembocó en dos jornadas de huelga para llamar la atención sobre la misma. Tras la huelga y diferentes acciones reivindicativas se ha conseguido llegar a un punto de estabilidad y de conciliación”, ha insistido casi la totalidad de la plantilla.

“Por supuesto como ocurre en la gran mayoría de ámbitos laborales, existen discrepancias y diferentes problemas sin solucionar en los que estamos trabajando a través de las diferentes organizaciones sindicales. Por lo tanto mostramos nuestro rechazo a la opinión de algún compañero que de forma individual y sin consultar al colectivo ha elevado al debate público algo que en estos momentos debería quedar en el ámbito de nuestro entorno laboral”, han subrayado.

El parque móvil de la Comunidad murciana agrupa a unos treinta conductores repartidos en distintas funciones. Hay tres categorías: los chóferes asignados al presidente, los conductores de los distintos consejeros –uno por cada consejería– y los llamados “conductores de incidencias”. Estos últimos cubren servicios puntuales, imprevistos o de refuerzo, y también incluyen los trayectos con vehículos adaptados para menores con discapacidad en centros gestionados por el IMAS.

En el caso de los consejeros y del presidente, la lógica es simple en apariencia: un conductor por cada cargo, pero la carga de trabajo puede variar mucho. Algunas consejerías tienen actividad principalmente de despacho; otras –como Cultura, Deporte o Turismo– acumulan eventos públicos, viajes y actos institucionales los fines de semana. Según explican los trabajadores, no existe una compensación proporcional ni un criterio unificado. Tampoco se contempla un sistema de relevos o descansos. La jornada depende del calendario del cargo al que se acompaña. “Y es muy difícil conciliar la vida personal cuando, además, se empeñan en que el chófer sea siempre el mismo”, denuncian.

“Horas de presencia”

Aunque todos los conductores del parque móvil reciben su sueldo base como funcionarios de carrera, la parte más delicada de su nómina es el complemento por disponibilidad, conocido como “horas de presencia”. Este concepto aparece reflejado como “jornada especial: horas de presencia”, y se abona mensualmente como una cantidad fija, sin importar cuántas horas efectivas se realicen. Según denuncian los propios trabajadores, esa fórmula no se ajusta a derecho. “No es legal”, afirma uno de los chóferes. “Si es jornada especial, no pueden ser horas de presencia.” Según explican, el complemento debería depender del tiempo realmente trabajado y no puede aplicarse como un pago fijo a cambio de estar disponible, especialmente en una administración pública.

“La situación no es tan compleja como puede parecer”, declara el abogado laboralista David Calvo. “Si se cumple con el control horario, habría que llegar a un acuerdo de tablas de productividad. Ahí pueden decidir el precio más allá del horario ordinario, como el máximo anual de horas extraordinarias o el tiempo de descanso entre jornadas. El complemento de disponibilidad es un fijo, y su cuantía se determina en convenio. Pero la productividad es discrecional, por lo que se puede llegar a acuerdo en una negociación colectiva”.

En la práctica, esa cantidad varía según el tipo de servicio asignado: los conductores de incidencias reciben una cuantía, los de consejeros otra, y los del presidente una superior. Las cifras que mencionan oscilan entre 80 y más de 100 horas mensuales asignadas como parte de ese complemento, sin que haya una justificación clara sobre cómo se calculan o a qué equivalen realmente. No existe un sistema de fichaje, ni un registro horario oficial. El principal problema, según relatan, aparece cuando se superan esas horas teóricas. En lugar de abonarse como horas extra, no se pagan ni se compensan. “Si yo tengo 80 horas asignadas y trabajo 100, las 20 que me paso se pierden”, explican. Además, si un chófer trabaja en festivo o por la noche, la retribución específica por esas horas especiales se descuenta del complemento mensual, lo que termina rebajando la nómina final. “Te dan 20 euros pero te quitan 18”, resumen.

El parque móvil depende directamente de la Dirección General de Patrimonio, integrada en la Consejería de Hacienda de la Comunidad Autónoma de Murcia. Desde dicha Consejería aseguran que “la actividad de los conductores está completamente reglada y cubierta por la normativa autonómica”. Explican que, aunque es cierto que sus horarios “deben responder a las necesidades del servicio”, también cuentan con “una jornada ordinaria” y un sistema de “horas de presencia”, que se retribuyen específicamente. Aseguran que los turnos se reparten “de la forma más equitativa posible” y que “todo lo que exceda de ese marco horario estándar se abona como horas extraordinarias”. Además, subrayan que desde el 1 de enero se ha puesto en marcha una aplicación que permite “visualizar todas las partes de servicio, los turnos, las cargas de personal” con el objetivo de “facilitar la máxima conciliación”.

Falta de interlocución

Sin embargo, los trabajadores denuncian una falta de interlocución efectiva en todos los niveles. Aunque reconocen que la actual gerente ha intentado suavizar la carga de trabajo de forma informal –por ejemplo, evitando poner servicios a primera hora cuando un chófer ha terminado muy tarde el día anterior–, también señalan que la situación de fondo no ha cambiado desde hace años.

Según relatan, el parque móvil funcionó durante un tiempo con más de 50 empleados. Hoy, con una plantilla reducida en torno a la treintena, se sienten sobrecargados. Parte de los nuevos trabajadores son contratados interinos –un tercio del total–, lo que, en palabras de uno de los entrevistados, hace más fácil presionarles o limitar sus reclamaciones. “Ahora tenemos un tercio de la plantilla que no estaba”, afirman. Pese a que se incorporaron refuerzos tras una huelga, no se ha abordado ninguna reestructuración de fondo.

En marzo de 2023, los conductores del parque móvil protagonizaron una huelga de dos días, en la que participó alrededor del 90 % de la plantilla. Según relatan, fue la primera huelga completa llevada a cabo por funcionarios de la Comunidad Autónoma en los últimos 25 años. “Nadie ha hecho huelga. Han hecho paros parciales, cosas de horas, pero huelga como tal, solo nosotros”, explican.

Un sistema de turnos rotatorios tras la huelga

La protesta fue una respuesta directa al desgaste acumulado tras años de sobrecarga laboral, ausencia de regulación y falta de acción institucional. En ese momento, la plantilla había caído a mínimos y muchos trabajadores acumulaban jornadas de hasta quince días consecutivos sin descanso. Como resultado de la huelga, se incorporaron algunos refuerzos y se consiguió establecer, al menos para los chóferes de incidencias, un sistema de turnos rotatorios para que no todos trabajasen fines de semana. También se anunció la creación de un grupo de trabajo sectorial para revisar las condiciones laborales del servicio. Sin embargo, más de dos años después, ese grupo nunca ha sido convocado.

La relación con los órganos de decisión, especialmente con la Consejería de Hacienda, es prácticamente inexistente. “Función Pública no quiere saber nada”, lamentan. Según relatan, hay decisiones que no dependen siquiera de la propia Consejería, sino de escalones intermedios que, simplemente, no responden a llamadas ni correos. “No quieren ni coger el teléfono”, resumen.

La situación genera una sensación de abandono entre los trabajadores. “Nos dicen que la Administración no puede pagar horas extra. Pero tampoco nos compensan el exceso. Entonces, ¿qué hacemos?”, se preguntan. Cuentan que incluso han consultado a abogados laboralistas, y que estos, tras revisar la documentación, no han sabido cómo interpretar el sistema de cómputo horario que se les aplica.

Régimen jurídico de 1994

El régimen jurídico que regula la jornada especial de los conductores del Parque Móvil de la Comunidad Autónoma de Murcia se remonta a la Orden de 14 de noviembre de 1994, emitida por la entonces Consejería de Hacienda y Administración Pública. Esa norma estableció un sistema de disponibilidad denominado “horas de presencia”, aplicable a este colectivo. Aunque ha sido objeto de adaptaciones puntuales, esa orden sigue constituyendo hoy la base legal de su marco laboral.

Más recientemente, en mayo de 2023, la Mesa General de Negociación de la CARM aprobó un acuerdo marco para la implantación de la jornada de 35 horas semanales, con entrada en vigor progresiva. Este acuerdo fue desarrollado mediante una orden autonómica en diciembre de 2023, que permite adaptar las jornadas especiales –como la de los conductores– al nuevo cómputo anual. Sin embargo, los trabajadores se quejan de que dicha adaptación no ha supuesto mejoras efectivas: ni se ha actualizado el sistema de compensaciones, ni se han regulado los excesos horarios, que continúan sin abonarse de forma proporcional.