Jahangir dice que “todas las jóvenes paquistaníes son 'Malalas', tienen mucho coraje”

La abogada pakistaní Asma Jahangir, galardonada este año con el denominado “Nobel Alternativo”, se muestra crítica con la situación de los derechos humanos en su país, donde a la vez hay un compromiso creciente de las nuevas generaciones con la joven Malala como uno de sus referentes.

“Estoy muy orgullosa de Malala. Pienso que todas nuestras jóvenes son 'Malalas', tienen mucho coraje, están muy comprometidas y tienen gran determinación”, explica Jahangir en entrevista telefónica con Efe desde Oslo, donde ofreció una conferencia en la universidad local sobre su experiencia como relatora especial de la ONU.

Jahangir, de 62 años y que entre otros atesora el II Premio Internacional Unesco/Bilbao, recibirá en una semana junto a otras cuatro personas este galardón que otorga la fundación sueca Right Livelihood Award, pocos días antes de que Malala recoja el Nobel de la Paz en Oslo.

“Creo que la gente no ve las dos caras de Pakistán. Mientras ha habido represión en Pakistán, también ha habido resistencia. La gente ha luchado durante décadas en busca de algún tipo de cambio, en situaciones muy arriesgadas y muy duras”, explica.

La expresidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en este país asiático recuerda que cuando inició su trayectoria como activista hace más de tres décadas, los derechos fundamentales eran considerados “una idea extranjera”.

Y aunque admite que el Gobierno presta más atención a estas cuestiones, califica la situación de insatisfactoria, ya que siguen las detenciones arbitrarias, las desapariciones y las torturas.

“Los gobiernos ahora son conscientes de que hay algo que se llaman los derechos humanos y que hay que respetarlos. Lo encuentran difícil, porque no tienen la voluntad política ni el coraje para enfrentarse a las fuerzas intolerantes”, señala apuntando a la “intolerancia religiosa” y a los “radicales nacionalistas”.

Los abusos que se hacen por ejemplo de la ley contra la blasfemia hacen que Jahangir hable de que existe “impunidad” en Pakistán y que esta sólo puede desaparecer “si se cambia todo el sistema legal”.

En el caso de las mujeres hay una mayor conciencia sobre sus derechos y surge la indignación pública cuando trascienden casos de violencia, pero continúa la discriminación en todo lo relacionado con el derecho de familia y muy pocas mujeres ostentan posiciones de toma de decisiones, denuncia la abogada paquistaní.

Su elección en 2010 como primera mujer elegida para presidir la Asociación de Abogados de la Suprema Corte de Pakistán fue un hito y una “satisfacción” personal al ser elegida por sus colegas pese a sus ideas “liberales”, recuerda Jahangir, que ha sufrido amenazas, asaltos públicos y arrestos domiciliarios.

“La situación sigue siendo peligrosa. En los noventa la situación era peligrosa para gente como yo, ahora lo es para muchos más porque la militancia religiosa islámica está operando en nuestro país”, lamenta Jahangir.

Entre los cometidos a nivel internacional de la activista paquistaní estuvo formar parte del grupo que elaboró el informe de la ONU sobre los asentamientos en Israel, presentado el año pasado.

“Ver los bloqueos, los asentamientos, las restricciones a la libertad de movimientos de los palestinos fue muy doloroso. Y también ver que israelíes progresistas sentían que la política doméstica había cambiado por culpa de los asentamientos y el apoyo que estos proporcionaron a los elementos más conservadores”, señala.

La solución de dos estados acordada precisamente en Oslo hace dos décadas le parece “cada vez más difícil”, porque tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 no existe la misma voluntad política a nivel internacional.

La realidad global actual incluye nuevos desafíos para los derechos humanos, sostiene Jahangir, que nombra entre otros el nuevo rol de actores no estatales y el control creciente de las corporaciones sobre los medios de comunicación.