Relevada la dirección de la oficina de asilo alemana tras presunto fraude

El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, presentó hoy al nuevo responsable de la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF), salpicada por un presunto fraude en la concesión de asilo, cuyo nombramiento persigue el objetivo de “restituir la confianza en esta institución”.

En una comparecencia de prensa junto a Hans-Eckard Sommer, quien sucederá desde de mañana a Jutta Cordt, al frente de la BAMF desde comienzos de 2017, el ministro subrayó que este “nuevo comienzo” que afectará a la completa cúpula de la oficina es “necesario para restituir la confianza de la población en esta institución”.

Agregó que la tarea “más importante” del nuevo responsable será la de “cohesionar y motivar” al personal de la oficina.

“Necesitamos empleados motivados y sobre todo un equipo que se vea a sí mismo como una familia para una de las tareas más importantes que tenemos que afrontar en materia de política interna”, agregó.

Señaló que además de la renovación en la cúpula de la BAMF, tiene previsto introducir otros dos cambios -acelerar y mejorar los procesos de solicitud de asilo y crear centros para la tramitación de peticiones- y recordó que estos objetivos responden a lo negociado en el acuerdo de coalición de gobierno.

En este sentido, aludió a la “enorme tarea” que supondrá hacer los procesos de solicitud de asilo “más eficientes y seguros”, que se sumará al ya de por sí “titánico cometido” de crear centros específicos en los que los peticionarios permanezcan mientras se gestiona su solicitud y se decide su lugar de destino en Alemania o la devolución a sus respectivos países de origen.

Sommer, que procede del Ministerio del Interior bávaro, donde se ocupaba también de cuestiones de asilo, subrayó por su parte que su objetivo es que los empleados de la BAMF “puedan estar orgullosos de nuevo de su trabajo”, al tiempo que calificó de “injusto” las acusaciones generalizadas contra esta institución.

Subrayó que del hecho de que la BAMF “no estuviera preparada” para enfrentar la crisis de los refugiados “no se puede culpar a sus empleados” y calificó de “logro increíble” el trabajo realizado por esta institución en los años 2015 y 2016, en el pico de la ola migratoria.

Agregó que es por todos conocido también que hubo “negligencias” y que de lo que se trata ahora es de enmendarlas, al tiempo que recordó que la BAMF “decide sobre el bien más preciado que puede conceder un Estado, que es el derecho a asilo”.

En abril pasado transcendió a través de los medios que entre 2013 y 2016 más de 1.200 inmigrantes obtuvieron de forma irregular asilo en Alemania sin cumplir los requisitos legales, debido a una serie de prácticas fraudulentas.

La oficina de la BAMF en Bremen es el epicentro de este escándalo, pero la central investiga a otras 13 de sus 70 sedes locales cuyos porcentajes de aprobación de solicitudes de asilo se desvían de forma significativa de la media nacionale.