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Abascal pisa el acelerador ante el 23J: diseña una agenda frenética volcada en su hiperliderazgo

El presidente de Vox, Santiago Abascal.

Carmen Moraga

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Quedan menos de veinte días para las elecciones generales del 23J y el líder de Vox, Santiago Abascal, está dispuesto a echar el resto convencido de que esta vez su partido y el PP tienen posibilidades reales de desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa y acabar con lo que él llama “toda la porquería progre”. Animado por los pactos de gobierno o de colaboración que está forzando y ha conseguido cerrar con los de Alberto Núñez Feijóo en varias comunidades (como en la Comunitat Valenciana, Aragón, Baleares o Extremadura, mientras en Murcia sigue en el aire) y en 140 municipios, el dirigente de extrema derecha ha diseñado una agenda frenética centrada casi en exclusiva en su hiperliderazgo, en la que no va a dejar ni una sola provincia por visitar durante las semanas que restan hasta el día de la cita con las urnas.

El tour preelectoral de Abascal en realidad comenzó nada más saber que Pedro Sánchez había decidido adelantar las elecciones generales justo al día siguiente de que se conocieran los resultados del 28M, que no fueron nada buenos para el PSOE. En Vox en cambio se jactan de haber sido “el partido que más ha crecido” en los territorios, triplicando el número de concejales y pasando de 547 a tener ahora 1.695.

Desde ese día Abascal ha alternado entrevistas en todos los medios de comunicación que le han acogido (en su mayoría afines) con mítines tras los que ha hecho declaraciones. Incluso ha protagonizado alguna que otra rueda de prensa. Su gran frustración ha sido verse excluido de 'El Hormiguero', el programa de Antena 3 por el que han pasado Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Vox recurrió la decisión de Pablo Motos ante la Junta Electoral Central, sin éxito alguno. Ahora espera que lleguen los debates electorales que han propuesto las diferentes cadenas de televisión para resarcirse.

No obstante, el pistoletazo oficial de salida a la precampaña, lanzada bajo los lemas 'Decide lo que importa' y 'Cuida lo tuyo', lo dio Abascal el pasado sábado, 24 de junio, con la celebración de la nueva asamblea general del partido que aderezó con un gran acto público en el Palacio Municipal Ifema de Madrid. Allí ya adelantó las líneas maestras de lo que promete su partido si logran gobernar con el PP. Además de derogar todas las leyes “sectarias e ideológicas impulsadas por la izquierda”, en Vox advierten de que van a “garantizar la libre elección de la lengua”, como ya han pactado en aquellas comunidades donde han cerrado acuerdos.

También adelantan que van a “bajar y eliminar impuestos”, proteger “los productos nacionales”, acabar “con las subvenciones a la inmigración ilegal” o hacer “una reducción de consejerías” para “eliminar gastos superfluos”. La sorpresa, sin embargo, ha sido comprobar que esa austeridad que exige Vox no se la ha aplicado en varios ayuntamientos donde ha entrado a gobernar. Lo primero que ha hecho el partido ha sido subirse el sueldo, incluso en algunos casos, como el de Torrelodones (Madrid), duplicando ese gasto al contratar más asesores.

Abascal ha viajado a lo largo de las últimas semanas a A Coruña, Gijón, Ávila, León, Salamanca, Barcelona, Torrevieja (Alicante) y Burgos y lo hará a Ceuta, Zaragoza y Mérida. El líder de Vox ha enviado a sus socios de Gobierno varios mensajes: “El mandato de los españoles fue claro: entendimiento y responsabilidad para echar a Sánchez”. “Todo el tiempo que dediquemos a discutir y a marear la perdiz es tiempo perdido”, ha añadido. “Tenemos el deber de entendernos”, ha insistido, señalando además que “Vox seguirá con la mano tendida hasta construir una alternativa”. Abascal sigue lanzando estos mensajes al PP para que aparque sus prejuicios con el fin de culminar juntos lo que han empezado a hacer con la izquierda tras el 28M.

Para ello, el dirigente de Vox ha mantenido estos días “contactos puntuales” con Feijóo, con el que sostiene un tenso pulso a cuenta de las exigencias que le está imponiendo su partido. Abascal lamenta que mientras “la posición de Vox es igual en toda España”, “la del PP es distinta en cada territorio”, y les piden que “respeten la voluntad popular ” y a los votantes de extrema derecha. Además, reprocha al dirigente conservador que esté dando por hecho que va a poder gobernar en solitario, sin necesitar a Vox, si alcanza los 150 diputados y su candidatura “suma más que todos los partidos de izquierda”. “Es un error comparecer a unas elecciones asumiendo que uno es el ganador. Debemos saber que aún no hemos echado a Pedro Sánchez”, le ha lanzado este lunes, advirtiéndole de que ellos van a hacer “valer el peso de todos sus escaños”.

Feijóo, por su parte, le trasladó que no veía “razonable” la pretensión de su partido de entrar en “todos” los gobiernos populares con independencia de su papel en la investidura“. Una premisa que ha logrado que se cumpla al menos en Baleares.

A pesar de esos roces con Feijóo, los dardos de Abascal en esta campaña no van a ir dirigidos contra el líder del PP sino únicamente contra Pedro Sánchez y sus socios “populistas, nacionalistas y separatistas”. Según explica la formación de extrema derecha, los discursos se centrarán “en los asuntos que preocupan de verdad a los españoles” y que, según dice Vox, “no están hoy en el centro del debate público”. “Problemas cuyas soluciones se han demostrado fallidas y siempre se han decidido a espaldas de los ciudadanos”, así como “aquellos debates que no han existido porque la totalidad de los partidos del arco parlamentario, excepto Vox, siempre ha votado lo mismo”.

Convencido de que esos “debates robados” tienen que “ser puestos en primer plano”, Vox llama a los españoles a ponerlos encima de la mesa. ¿Y cuáles son esos problemas? Vox lo tiene claro: “La inmigración ilegal; el poder adquisitivo de los hogares cada vez menor con los precios de los suministros básicos por las nubes; el ascensor social de la educación roto; el coste disparado de la vivienda y la defensa de la soberanía energética”. La formación de Abascal quiere hacer hincapié en denunciar “todo el daño que ha hecho Pedro Sánchez a España y a los españoles en los últimos cinco años”.

Una campaña basada en el hiperliderazgo de Abascal

Todo el peso de los actos lo llevará Abascal, cuyo hiperliderazgo dentro de Vox es incuestionable y en cuya figura la cúpula del partido sigue depositando toda la confianza, aunque lógicamente en muchos de ellos –sobre todo en la recta final de la campaña– estará acompañado de otros de los principales líderes del partido. Fuentes de la formación de extrema derecha adelantan que “la caravana electoral de Santiago Abascal contará con el apoyo del secretario general del partido, Ignacio Garriga; el portavoz político, Jorge Buxadé; el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros; el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; la número dos al Congreso por Madrid, María Ruiz; y la senadora de Vox por Andalucía y candidata al Congreso Pepa Millán”. Garriga y García Gallardo tendrá agendas propias “muy centradas en Cataluña y Castilla y León, respectivamente”.

Todos ellos, añaden las mismas fuentes, “además de acompañar al presidente en determinados actos, protagonizarán paseos y encuentros con afiliados y simpatizantes visitando ciudades y pueblos para explicar el programa –cuya presentación se hará posiblemente esta misma semana– y desgranar propuestas y políticas del partido”, como en realidad está haciendo ya estos días.

En total, Abascal protagonizará 24 “grandes actos” y visitará hasta 30 ciudades, en donde “hará encuentros con periodistas” y hará “visitas y paseos en los que estará acompañado por los presidentes y los candidatos provinciales correspondientes”. El jueves que viene Abascal aterrizará con media cúpula de Vox en Valladolid para iniciar oficialmente las dos semanas de campaña electoral. Para facilitar el trabajo tanto a ellos como a los periodistas que cubran los actos, la formación advierte de que “conscientes de la fecha de las elecciones, nada casual, y de las inclemencias meteorológicas propias de estas fechas, hemos buscado lugares con temperaturas razonables y horas a las que el calor no sea tan intenso”.

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