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La “escucha” de Yolanda Díaz contempla actos con sindicatos, asociaciones y colegios profesionales por todo el país

Iñigo Aduriz

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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene previsto iniciar en la próxima primavera un proceso de “escucha” a la sociedad civil. El objetivo es ir perfilando un “proyecto de país” que pueda aglutinar al mayor número de sensibilidades posibles para su posterior transformación en una iniciativa política con opciones de gobierno. Díaz se resiste aún a confirmar que ella vaya a aspirar a liderar esa nueva plataforma y, por el momento, compagina su labor en el Ejecutivo con la elaboración de un calendario de actos públicos y reuniones que pretende prolongar durante varios meses, a lo largo de este año.

Sin fecha concreta para el inicio de esa toma de contacto con distintos agentes sociales, el entorno de la vicepresidenta sí ha adelantado a elDiario.es que ese proceso de “escucha” contemplará actos “abiertos”, accesibles para el conjunto de la ciudadanía, que consistirán en encuentros con representantes de distintos sectores laborales, colegios profesionales, asociaciones o sindicatos. Se trata, insisten fuentes cercanas a Díaz, de recoger sus exigencias e inquietudes, sus prioridades e intereses para, posteriormente, convertirlos en un programa político que pueda materializarse desde las instituciones.

Aunque esas mismas fuentes insisten en que la “agenda prioritaria” de la vicepresidenta es su labor en el Gobierno, también reconocen que en los próximos meses su idea es “escuchar más que hablar” en los diferentes actos temáticos o sectoriales que puedan ir configurando esa idea de país que pueda unificar a todas las sensibilidades que se sitúan a la izquierda del PSOE, pero que también ensanche las bases de ese electorado con una mayor transversalidad que pueda lograr un apoyo social más amplio. Díaz tiene previsto viajar por todo el país por su concepción de un Estado “descentralizado” y “diverso” con el reconocimiento de las distintas realidades territoriales, culturales y lingüísticas.

La idea es que ese proceso de “escucha” que su equipo siempre dijo que se iniciaría antes del verano pero que el pasado martes la propia vicepresidenta, en una entrevista en TVE, acotó a la próxima primavera, sea “abierto” y en que pueda participar “mucha gente”. Díaz quiere que los partidos del ámbito confederal –Unidas Podemos, En Comú Podem o Galicia En Común– participen también en esta iniciativa aunque desde su equipo recalcan que el protagonismo recaerá más en la sociedad civil que en esas formaciones o en el papel que pueda tener la propia ministra de Trabajo o en su hipotético liderazgo futuro. En el equipo de la vicepresidenta no quieren ni oír hablar por el momento de cuestiones que tengan que ver con las confluencias electorales, por ejemplo.

Hacer de la política “algo útil”

En las últimas semanas, apunta el entorno de la vicepresidenta, se ha visto “la parte más oscura de la política”. Se refieren así al escenario marcado por la crispación que, en las últimas semanas, se ha materializado en la apertura en canal del PP. O al panorama que se vislumbró a principios de mes en la votación de la reforma laboral, uno de los proyectos por los que más ha trabajado la titular de Trabajo en los últimos años, que se aprobó por un solo voto, gracias al error de uno de los diputados populares, Alberto Casero, y sin el apoyo de los habituales socios del Gobierno.

Frente a todo ello, la pretensión de Díaz con ese proceso de escucha que pondrá en marcha en primavera es “hacer de la política algo útil”, que esté centrada “en las cosas de comer” y que se aleje del “ruido” y del “politiqueo” que, según apunta su entorno, está ahondando en el descrédito de los políticos y en una percepción equivocada de la ciudadanía de la gestión pública.

Los últimos procesos electorales, apuntan desde el equipo de la vicepresidenta, han demostrado que los votantes prefieren que los políticos hablen de “contenido” y de medidas “tangibles”. Un ejemplo podría ser lo ocurrido en Castilla y León, donde las candidaturas de la llamada España Vaciada registraron un crecimiento de apoyo sin precedentes frente a los partidos tradicionales.

El entorno de la ministra de Trabajo evita concretar en qué se materializará después ese “proyecto de país”, si será un partido político nuevo, una alianza de los ya existentes o candidaturas puntuales en los distintos territorios con un hilo común en todo el Estado. Las fuentes consultadas apuntan a que, finalizada esa “escucha” a colectivos sociales o sindicales “se buscarán los instrumentos” más adecuados para transformar las inquietudes de todos ellos en una propuesta concreta.

El precedente del acto de mujeres de Valencia

“En primavera me lanzo a un proyecto de escucha”, aseguró la propia Díaz el martes, en TVE. “Voy a recorrer mi país con una única vocación, que es la de reducir esa brecha democrática que hay entre la ciudadanía y la política”, añadió. También quiso dejar claro que ella no es “candidata” a liderar ningún proyecto político, aunque remarcó que “lógicamente ese trabajo” que realizará en los distintos actos que se convoquen a partir de la próxima primavera, “de legitimación y de generación de proyectos, medidas y mucha esperanza en la ciudadanía, ha de culminar en un proceso electoral”.

Al margen de ese proyecto político que está por concretar en los próximos meses, Díaz sigue liderando a los miembros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, y coordina al grupo parlamentario, pero con respecto a Podemos, la formación encabezada por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, opera como una persona ajena a la organización. Por el momento, el germen de esa nueva plataforma fue el acto de mujeres políticas que protagonizó la vicepresidenta en noviembre en Valencia junto a Mónica Oltra, Mónica García, Ada Colau y Fátima Hamed. “Es el comienzo de algo maravilloso”, sentenció entonces.