Como si se tratase de alguna especie de santo y seña, la respuesta que varias personas referentes del independentismo civil daban un día después sobre lo ocurrido en el aeropuerto de El Prat era: “Yo no sé nada, el Tsunami es la gente”. Y, pese a que la coincidencia mostraba que quien contestaba sí sabía algo, de ahí no salían. El Tsunami Democràtic, que este lunes consiguió que miles de personas se apuntaran a una escalada de las movilizaciones para bloquear el aeropuerto como respuesta a la sentencia del Supremo, es uno de los secretos mejor guardados del movimiento independentista. Escribe Arturo Puente.