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Mustafá Aberchán: de pactar con Jesús Gil para gobernar Melilla a ser condenado por comprar votos

Mustafá Aberchán atiende a los medios en Balears en octubre de 2022

Alberto Pozas

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El ecosistema político melillense tiene, desde hace casi tres décadas, uno de los especímenes parlamentarios más particulares que se pueden encontrar a uno y otro lado del Mar de Alborán. La Coalición por Melilla fundada en 1995 por Mustafá Aberchán ha gobernado la ciudad autónoma con aliados que van desde Jesús Gil hasta el PSOE y Ciudadanos, ha formado parte de Izquierda Unida y hasta hace unas horas estaba en la alineación del acuerdo del Turia. Ahora el partido y su fundador vuelven a estar, una vez más, bajo la lupa de la Justicia por un supuesto fraude electoral de cara a la cita con las urnas del próximo domingo. Una vez más, porque Aberchán ya fue condenado en firme en el pasado por manipular el sistema de voto por correo.

Mustafa Hamed Moh Mohamed Aberchán (Melilla, 1959) obtuvo la nacionalidad española, como miles de musulmanes y melillenses y ceutíes, en la segunda mitad de la década de los años ochenta, y una década después fundaba Coalición por Melilla (CpM). Un partido que se define a sí mismo como “progresista, localista, sin ataduras ni directrices nacionales” y que no tardó en mostrar su fuerza: ese mismo año se quedó a 1.200 votos del PSOE y cuatro años más tarde se ponía al frente del Ejecutivo.

Al timón, desde el principio, ha estado Mustafá Aberchán. Médico de profesión y procedente de las juventudes socialistas, su discurso político siempre ha pasado por encabezar un partido desconectado de Madrid y representativo de la variedad cultural y social melillense. Pero a lo largo de su existencia, el partido de Aberchán ha firmado unas alianzas políticas que rozan lo inédito en la democracia española.

La primera y más rocambolesca es la que le llevó a ser presidente de la ciudad autónoma entre julio de 1999 y ese mismo mes del año 2000. Coalición por Melilla fue el segundo partido más votado en esas elecciones por delante de PP y PSOE y solo por detrás del Grupo Independiente Liberal (GIL) que lideraba Jesús Gil, alcalde de Marbella que unos meses antes había sido encarcelado y para quien la Fiscalía pedía entonces más de tres décadas de prisión.

En la votación de investidura, Aberchán fue proclamado presidente con una de las combinaciones más improbables de la asamblea melillense: con los votos de su partido, del GIL, del Partido Independiente de Melilla y de dos diputados del PSOE que se saltaron las órdenes de Ferraz de no firmar pactos que incluyeran al partido del presidente del Atlético de Madrid.

Ese pacto duró un año. Aberchán abandonaba el bastón de mando cuando sus propios socios le daban la espalda y aupaban como presidente a Juan José Imbroda, entonces líder de Unión del Pueblo Melillense, puesto en el que permaneció hasta 2019 y al que aspira a volver como cabeza de lista del PP en las elecciones de este domingo. Ese año 2019 Coalición por Melilla volvió al Gobierno de la ciudad autónoma junto con PSOE y Ciudadanos. Desde 2003, el partido de Aberchán ha sido siempre el segundo más votado en los comicios melillenses.

Condenado por fraude electoral

Hasta aquí los números políticos y electorales de un partido que se define como progresista y que ha firmado acuerdos y alianzas con prácticamente la totalidad del arco parlamentario sin bajarse del podio electoral de Melilla en las últimas dos décadas. Y a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales el partido cuya lista ya no lidera Mustafá Aberchán se encuentra en uno de sus momentos más delicados, con al menos un candidato acusado de fraude electoral. Pero no es la primera vez que pasa y, de hecho, sus problemas con la Justicia le han impedido presentarse como cabeza de cartel.

La Justicia ha certificado que en el pasado Coalición por Melilla no ha jugado limpio. Tampoco el PSOE. Según certificó en firme el Tribunal Supremo, fue en 2008 cuando ambos partidos decidieron ir en coalición a las urnas y cuando pusieron en marcha un sistema fraudulento en el sistema de voto por correo para obtener más apoyos en la carrera hacia el Senado.

Según declaró probado el Tribunal Supremo hace dos cursos, el sistema era parecido al que investiga la Policía Nacional a día de hoy. Conseguir que la gente solicitara el voto por correo y que en el sobre fuera la papeleta de la coalición a cambio de promesas como ser contratado en planes de empleo en un momento en el que la tasa de paro melillense duplicaba la estatal.

El hoy líder pero no cabeza de lista por CpM, según dijo entonces el Tribunal Supremo, no se manchó las manos captando votantes, pero sí “dirigía y supervisaba lo que se hacía en la sede de su partido, habiendo acudido en alguna ocasión a Correos para interesarse por la marcha del plan”. El resultado, una condena firme de dos años de cárcel por falsedad documental y delitos electorales. Una condena en la que fue acompañado por Dionisio Muñoz, entonces al frente del PSOE melillense.

Esa condena, que no tuvo que cumplir entre rejas al carecer de antecedentes penales, llegó en un momento delicado. Era febrero de 2021 y Coalición por Melilla llevaba dos años en el ejecutivo de la ciudad autónoma. Su condena, además incluía 30 meses de inhabilitación. El gobierno tripartito aguantó con dos de sus componentes, PSOE y CpM, implicados en el escándalo de compra de votos de 2008. Dionisio Muñoz había dejado sus cargos en 2015.

En ese caso la condena de Aberchán llegó por varios testimonios que le ubicaban en la cúspide del sistema de compra de votos emitidos por correo, algo que él siempre negó. Dos de sus familiares más directos también forman parte de la lista de condenados en ese caso de fraude en el voto por correo. Un voto por correo que, dijo el Supremo, tiene unos trámites “fácilmente manipulables”.

“Han ordenado detenerme”

El fantasma del voto por correo volvió hace un mes a la ciudad autónoma. “Tráeme los votos que yo te los compro todos, ¿vale hermano? Yo no voto a CpM, yo voto al Partido Popular”. Es lo que se podía escuchar en un audio que Mustafá Aberchán expuso en rueda de prensa, afirmando que la voz pertenecía a alguien cercano al Partido Popular.

En medio del cruce de acusaciones llegaba la advertencia de Sabrina Moh, delegada del Gobierno en Melilla. La Policía Nacional mantenía abierta una investigación, una vez más, por un posible fraude en el voto por correo. En total 10.000 personas de 55.000 electores habían pedido el voto por correo, un porcentaje alto bajo sospecha, en el resto de España está en el 3%.

La causa está bajo secreto de sumario aunque este periódico ha ofrecido algunas claves en las últimas horas. Esta misma semana se han practicado hasta una decena de detenciones y uno de los arrestados, que ha quedado en libertad, es el consejero del gobierno melillense por CpM Mohamed Ahmed Al-lal, número tres en las listas de la formación para las elecciones del domingo. Otro es yerno de Mustafá Aberchán y, por ahora, los investigadores creen que el líder del partido, por segunda vez, está implicado en una trama de compra de voto por correo.

Aberchán, que por el momento no figura en la nómina de imputados por parte de la magistrada que lleva el caso, lo niega todo. “Hemos sido agredidos con una noticia”, dijo cuando elDiario.es reveló que estaba bajo la lupa de la Policía. Y llegó a afirmar que tenía conocimiento de que la delegada del Gobierno había ordenado “perseguir a CpM y detener al presidente de CpM” a mandos de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Todo esto ha sucedido después de algo que sorprendió en Melilla y en Madrid. Coalición por Melilla y su líder Aberchán formaban parte del cartel de presentación del 'Acuerdo del Turia', la alianza trenzada entre partidos de izquierdas como Más País, Verdes Equo o Compromís que Yolanda Díaz pretende incluir en su coalición de Sumar. Apenas dos años después de la condena de su líder por encabezar una trama de compra de votos. Hace unos días, las formaciones que integran este grupo decidieron la expulsión del partido melillense.

Por ahora varias de las detenciones, empezando por el consejero Al-lal, están relacionadas con el parido de Aberchán aunque de momento la causa está bajo secreto y no se conoce qué acusación pesa sobre los imputados. Según ha sabido este periódico, por ahora y de manera indiciaria dos ilícitos que apuntan a una presunta trama: delito electoral y pertenencia a grupo criminal.

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