“Usted también compareció como testigo ante el juez Gómez de Liaño que la Guardia Civil que entonces dirigía usted entorpeció la investigación policial por el caso de Lasa y Zabala. Y no fue condenada, tampoco se le imputó ni se le investigó. Y a nadie se le ocurrió decir nada”. Así se ha defendido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para eludir responsabilidades políticas por su declaración en el juicio del caso Gürtel.
Pero los casos poco tienen que ver.
El asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala fue el primero de los GAL. Miembros de ETA, en 1983 se encontraban en Francia, cuando fueron secuestrados en Bayona por miembros de los GAL, y posteriormente retenidos en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (San Sebastián).