Un tribunal egipcio congela los fondos de destacados defensores de derechos humanos

Un Tribunal de El Cairo congeló hoy los fondos de cinco destacados defensores de derechos humanos, confirmó a Efe uno de los acusados, Gamal Eid, director de la Red Árabe para la Información de Derechos Humanos.

“Esperábamos una decisión como esta debido a la falta de justicia en el país, desde que llegó al poder (el presidente Abdelfatah) Al Sisi” en junio de 2014, dijo a Efe Eid, tras conocerse la sentencia.

La decisión fue tomada a petición de un comité formado por las autoridades egipcias para investigar la supuesta financiación extranjera de las organizaciones no gubernamentales en Egipto.

Junto a Eid, también se ven afectados por esta medida, los activistas Hosam Bahgat, periodista y expresidente de la Iniciativa Egipcias para los derechos Personales; Baheieldin Hasan, director del Centro de El Cairo para Estudios de Derechos Humanos; Mustafa Taha Adam, director del Centro de Hisham Mubarak para Estudios Jurídicos, y Abdelhafiz al Said, el director del Centro Egipcio para el Derecho de la Educación.

Sin embargo, el Tribunal desestimó la petición del comité de investigación de congelar los bienes de los familiares de los acusados.

Las ONG dirigidas por Eid y Hasan reaccionaron a la sentencia con un comunicado en el que insisten en su determinación a seguir defendiendo los derechos y las libertades para cambiar las políticas generales y las prácticas de las fuerzas de seguridad contra los derechos humanos.

Asimismo, instaron a los grupos políticos y los movimientos populares a que se solidaricen con las organizaciones de defensa de los derechos humanos egipcios.

Amnistía Internacional, por su parte, calificó la decisión de “táctica vergonzosa” para silenciar el movimiento de derechos humanos.

Las autoridades egipcias comenzaron la investigación sobre la financiación de las ONG locales y extranjeras en julio de 2011, cinco meses después de que fuera derrocado el presidente Hosni Mubarak, lo que ha desembocado hasta el momento a condenas de activistas y al cierre de cinco organizaciones internacionales.

Desde la llegada al poder del mariscal Al Sisi, tanto las ONG nacionales como internacionales han denunciado un continuo deterioro de los derechos humanos en Egipto.