Pedro Sánchez y el canciller alemán, Olaf Scholz, serán los negociadores socialistas del reparto de poder de la UE. Así lo ha decidido el Partido Socialista Europeo (PES). En 2019 fue una tarea que correspondió al español y al entonces primer ministro portugués, Antònio Costa, que estaba al alza. Ahora la labor será del alemán, que es el jefe del mayor Gobierno de la UE y de Sánchez, que es el que más eurodiputados (20) aporta al grupo de los socialdemócratas (S&D).
La intención de los socialdemócratas es, en esta ocasión, lograr la presidencia del Consejo Europeo, que en la anterior legislatura recayó en los liberales mientras que ellos se quedaron con el alto representante (Josep Borrell) y la primera parte del mandato de la presidencia del Parlamento Europeo, que ostentó el italiano David Sassoli. Ahora el hombre al que muchos miran es precisamente Costa, que abandonó el Gobierno por un caso de corrupción. Los socialistas portugueses se han impuesto en las europeas tras la derrota en los comicios nacionales de hace unos meses.
“Los socialistas y demócratas reiteran su voluntad de dialogar y negociar con todas las fuerzas políticas a excepción de la extrema derecha”, señala el PSOE en un comunicado en el que dejan así claro las líneas rojas pese a la pretensión expresada en campaña por el PPE de intentar sumar a fuerzas de la extrema derecha como los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni. Ahora los populares han evitado señalar sus preferencias más allá de repetir la mayoría con los socialdemócratas y liberales.
Informa Irene Castro