El candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado este miércoles su primera intervención en el debate de investidura para afear los recortes en la sanidad pública que ha atribuido a los gobiernos de PP y Vox. En concreto, el presidente en funciones ha recordado que en comunidades como Valencia, Madrid y Extremadura, “las derechas han bajado impuestos a las rentas más altas, al tiempo que han reducido el gasto en sanidad pública”.
Sánchez ha mostrado también el compromiso del futuro Gobierno en “seguir reforzando el estado de bienestar para mejorar la vida de la gente”. Lo hará, ha dicho, “empezando precisamente por el Sistema Nacional de Salud”. En ese sentido, el líder el PSOE ha considerado “inadmisible que un ciudadano tenga que esperar más de tres meses para una primera consulta con un médico especialista o 200 días para operarse de una hernia”, para recordar uno de los compromisos pactados con Sumar para el acuerdo de coalición: una ley de listas de espera que se pondrá en marcha “con los gobiernos autonómicos que lo deseen”, consciente de que “esta competencia está en mano de las comunidades autónomas”.
Los breves minutos dedicados a sanidad en esta primera intervención se han completado con el repaso a otros compromisos avanzados ya en la presentación del acuerdo con la plataforma de Yolanda Díaz. A saber, el compromiso de “continuar reforzando la atención primaria”; la ampliación de la cartera de servicios públicos para incluir tratamientos bucodentales y oftalmológicos para los jóvenes; y un Pacto de Estado por la Salud Mental que garantizará que “no haya un solo ciudadano en España que necesite ayuda psicológica y no pueda obtenerla”, ha dicho Sánchez.
Por David Noriega