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Verstrynge: “Que el Gobierno requise las viviendas que los bancos no logran vender”

Jorge Vestrynge en una entrevista a Diario Kafka / Alejandro Lamas

Ander Iñaki Oliden

De la secretaría general de la Alianza Popular en los 80 a un escrache frente al domicilio de la vicepresidenta de un Gobierno del PP. Jorge Verstrynge, profesor titular de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, al que muchos consideraron “delfín” de Fraga, explica a eldiario.es los motivos de su asistencia al escrache a Soraya Saénz de Santamaría y su posición sobre las demandas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

En las últimas horas, ha sido muy criticado por acudir a un escrache frente a la vivienda de la vicepresidenta del Gobierno. ¿Qué le llevó a desplazarse hasta allí?

Yo no he participado en un escrache. Yo acompañé a quienes estaban allí porque mi familia iba a participar y porque, sabiendo a quien iban a escrachar, pensé que podía haber detenciones y quería estar cerca. Tengo que decir que a mí Soraya Sáenz de Santamaría no me cae especialmente mal. Dentro del Gobierno del PP es la más salvable. También acudí a acompañar al escrache porque mis compañeros de tertulia en diferentes cadenas me contaban unas cosas de las protestas que no se correspondían con la primera vez que fui a un escrache hace meses. Decidí ir a verlo por mí mismo y comprobar si las cosas habían cambiado.

¿Y han cambiado las cosas?

Esta semana he ido a dos escraches. El primero, en la calle Ibiza de Madrid y el otro, frente a la casa de la vicepresidenta del Gobierno. Y me reafirmo en lo que he dicho hasta ahora: es un ejercicio del derecho de manifestación perfectamente legítimo. Lo único que hay en los escraches es una demanda de la gente para que les escuchen. Criticarles con el argumento de que van a domicilios privados no tiene ningún sentido. Los desahucios también se hacen en los domicilios privados. Si a la gente no se le deja la válvula de escape que supone intentar que un político te haga caso, te escuche, habrá cosas peores.

¿Cosas peores de qué tipo?

Hombre, cuando a la gente se le trata como a perros, la gente tiende a morder. Y que se den con un canto en los dientes las autoridades porque, por ahora, la gente se limita a ladrar. Ahora, cuando el PP desnaturalice la Iniciativa Legislativa Popular, porque lo va a hacer, a lo mejor se llega a morder. A la gente hay que escucharla. Es lo menos que se puede hacer.

Quienes critican los escraches afirman que se está ejerciendo una enorme presión sobre los políticos. Usted, que ha sido político, ¿cómo se sentiría si el escrache se produjera a la puerta de su casa?

A mí me han hecho escraches. Me los hicieron cuando dejé Alianza Popular, cuando me fui de la derecha. En un escrache que a mí me hicieron, se me acercó una ancianita que yo pensé que venía con mejor intención que los demás. Cuando se planta delante de mí, me arrea un bolsazo que casi me tumba. Evidentemente no denuncié a la vieja. No iba a ir a la Policía a decir que me había pegado una vieja.

Ahora la Policía está presente en los escraches. Se han dado órdenes para llevar a cabo identificaciones de los asistentes. ¿Qué opina de esas medidas?

La gente está dispuesta a que la identifiquen, las cosas como son. Hay tantos voluntarios para la identificación que tendrían que habilitar el Bernabéu para ponernos juntos. Pero es totalmente absurdo. Piden identificación a quien pasa, a quien mira, a quien participa. A mí me identifican y podía estar delante por cualquier motivo. Es una labor de amedrentamiento.

El otro día, se pidieron las identificaciones cuando la gente se iba y de forma poco acertada. Me acerqué al subinspector y le dije: “acérquense, pídanle el carnet, pero no hagan eso de coger a una persona entre seis, sacarla de la manifestación y rodearla de policías para identificarla porque la gente en la manifestación no se cree que la están identificando, sino que la están deteniendo”. La Delegación del Gobierno pudo haber generado una bronca por una orden absurda de identificar a la gente cuando se iba a casa. Esta delegada es una pirómana. Imagina que en un escrache hay un muerto por la intervención de la Policía. Se puede montar una...

¿Y qué opina de la reacción de la clase política?

Tanto el PP, como el PSOE o UPyD viven en otro mundo. El foso entre el país legal y el país real es cada vez mayor. Ellos dicen ser el país legal, pero ya no son el país real. Es un diálogo de sordos. La clase política es, en su mayor parte, autista. No se enteran de que estamos ante una auténtica bomba social. Y ojo, en el PSOE, que es con quienes empezaron los desahucios, ya se pueden poner a trabajar. Aunque el PP no vote las enmiendas, que se vea que pelean por presentarlas y por que se las admitan. Si no es así, los escraches pasarán a diputados del PSOE.

Por ahora, los escraches están dirigidos a los diputados del Partido Popular, ¿cree que habrá cambios en su postura? ¿les afectará la presión?

El PP no tenía más remedio que admitir a trámite la ILP, pero el hecho de que lo hiciera a última hora era un síntoma de que la iban a desnaturalizar. Y en ello están. Se niegan a la dación en pago, a su retroactividad. Es absurdo. Si Luxemburgo dice que ha habido una ley manifiestamente injusta y que las prácticas bancarias eran inmorales e injustificadas a la gente a la que se le ha aplicado esa legislación y ha sufrido una presión injusta por parte de la banca habrá que compensarle de alguna manera. No vale decir que ya no van a poner intereses de mora del 29%. No vale. Habrá que compensarles de una forma u otra.

¿De qué forma?

En un país con tres millones de viviendas vacías hay que tomar una medida elemental: no puede haber un español sin vivienda. Que venga el Gobierno y requise las viviendas que los bancos no logran vender. En Francia, la alcaldía requisa un piso si sabe que está vacío y no te deja dormir debajo de un puente. Aquí, el Gobierno es incapaz de tener lo que hay que tener para decirle a un banco que le dé, para empezar, el 10% de las viviendas que tiene vacías.

El Gobierno, por de pronto, lo que parece que no va a hacer es mantener como está la Iniciativa Legislativa Popular.

El texto debería quedar como está. Debería ser así, pero no va a ser. De todas formas, que nadie se preocupe: si ha habido casí un millón y medio personas para firmar la ILP, si la desnaturalizan, como va a ocurrir, que se preparen porque va a haber más movimiento.

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