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En los parlamentos a veces falta diálogo. Las diferencias de ideas dificultan los acuerdos, y a menudo se requiere paciencia para alcanzar consensos. Una paciencia que no parece estar entre los atributos de algunos políticos ucranianos, que este viernes han optado por resolver sus diferencias por la fuerza.
Mientras el primer ministro, Arseniy Yatsenyuk, presentaba su informe anual en el parlamento de Ucrania, el diputado Oleg Barna, del partido del presidente Poroshenko, se ha acercado a él a paso rápido. Le ha entregado un ramo de flores, pero al mismo tiempo lo ha agarrado del costado con las dos manos y lo ha sacado en volandas de la tribuna. Acto seguido, lo ha cogido por la entrepierna para alejarlo más.
Pronto se han acercado otros parlamentarios y, mientras algunos agarraban a Barna, uno le ha propinado varios puñetazos. Mientras tanto, el primer ministro no ha opuesto ninguna resistencia. Cuando lo han separado de Barna, ha observado durante unos segundos la trifulca desde la distancia, ha vuelto a la tribuna y ha entregado el ramo de flores a la presidencia de la cámara. Un día cualquiera en la vida parlamentaria.
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