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Laureano, otro pintor 'vetado', sobre la polémica del cartel de Semana Santa: “Hay quien critica obras de arte con bilis”

El pintor sevillano muestra el cartel que fue retirado en Arahal en 2016 tras ganar un concurso decidido por expertos.

Fermín Cabanillas

Más información: www.aionsur.com —
30 de enero de 2024 19:18 h

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El pintor sevillano Rafael Laureano, cuyo cartel de las fiestas de Arahal fue retirado en 2016 por la presión de vecinos a través de redes sociales, ha defendido el trabajo de su colega Salustiano García con su cartel de Semana Santa en Sevilla, por encima de las “críticas con bilis” que se reciben en casos como este.

Laureano lo ha explicado desde su propia experiencia, ya que su obra creada para las Fiestas del Verdeo arahalenses en 2016 fue retirada a pesar de haber sido escogida por un jurado de expertos, para después ser protegida como bien local por el Ayuntamiento y estar custodiada en su Área de Cultura.

El Ayuntamiento de la localidad sevillana no aguantó las críticas en redes sociales y decidió retirar el cartel, que mostraba a una joven en blanco y negro dentro de un marco ovalado, con unas tonalidades y un estilo que fueron rechazados a través de las redes.

El autor afirmó entonces que con esta obra había querido representar las Fiestas del Verdeo de una forma especial por su cincuenta aniversario y con un toque de contemporaneidad.

Los carteles, algo muy personal

Ocho años después, Laureano entiende que cuando se realiza un cartel “en línea con tu estilo personal, como no puede ser de otra manera”, el autor piensa “que la entidad encargante te ha buscado porque tu obra o tu estilo le interesa para ampliar la colección pictórica del evento, sea cual fuere”.

Después de presentarse, se manifiestan distintas personas a favor o en contra, “a las cuales nadie les pidió nunca opinión”, y cita la “incontinencia de teclear para expulsar bilis, buscar su momento de gloria o hablar de lo que no entiende”, algo que, para los artistas, les va “en el sueldo”.

Sin embargo, “hay demasiadas veces que se pasan líneas rojas y te llegan amenazas, insultos o persecuciones a través de todo lo pongas en redes”, y todo “porque a alguien no le ha gustado a tal o cual persona el cartel”, y otras veces se ve “que esto es contagioso, dependiendo de lo que diga el primer grupo de personas, después se suman en la opinión positiva o negativa”.

Se pasa muy mal

Rafael Laureano recuerda que cuando se produce esto “se pasa muy mal”, y se da la circunstancia de que “el móvil no deja de sonar de los diferentes medios a los que en caso de que tu obra hubiera gustado jamás te hubieran llamado, y ”no deja de sonar por gente que te quiere para apoyarte, otras para sumarse al carro“, además de recibir ”mensajes de perfiles falsos con dedicatorias de lo más 'bonitas'“ en todas las redes sociales”.

“Tu familia sufre, tu entorno sufre, los que te quieren sufrir, porque detrás de esas obras hay personas que solo hacen su trabajo”, y recuerda que en aquel verano de 2016 “yo lo llevé bien porque soy fuerte, con fuertes convicciones, pero hay otros que no aguantan”.

“Yo soy un clásico”

De las críticas sufridas entonces, recuerda frases como “Yo soy muy clásico. Salvaguarda de las tradiciones. Los carteles deben ser clásicos. La modernidad se está cargando las tradiciones. Las tradiciones, al igual que el día a día, hay que respetarlo. Lo moderno se lo está cargando todo…”, y él recuerda que respondió en una ocasión que “nuestro trabajo es crear, no ser tertulianos de un programa cutre, simplemente crear”.

Recuerda que a un mensaje en concreto respondió: “Para ser usted tan clásico, me ha escrito por Facebook, en vez de mandarme una carta escrita con pluma en un sobre cerrado con lacre”.

Añade, por último, que también está el lado bueno, “porque te da una publicidad brutal y pese a lo que la gente piense, a la larga te beneficio. Da una visibilidad que nadie puede pagar”, y apostilla que “cuando un pintor profesional hace su obra, siempre apoyo al autor, sé cómo se pasa”.

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