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España ha autorizado más de 1.100 medicamentos homeopáticos sin estudios que demuestren su eficacia

Esther Samper

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La lista de medicamentos homeopáticos autorizados por la AEMPS, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, crece cada día. Ya son más de 1.100 las presentaciones incluidas en el catálogo, entre las que se pueden encontrar “sustancias” tan variopintas como ADN, sepia común, coral rojo, nervio óptico o tarántula europea. El entrecomillado en “sustancias” obedece a una razón: la gran mayoría de estos remedios no llega a contener ninguna molécula de la sustancia original empleada, debido a las diluciones que se realizaron en su preparación. Si se encuentran moléculas, la concentración es tan baja que el riesgo de efectos adversos es casi nulo (salvo alergias o intolerancias a excipientes).

Los prospectos que acompañan a los medicamentos homeopáticos son muy similares a los de los convencionales, salvando algunos detalles relevantes. Por ejemplo, cada prospecto incluye esta declaración: “Medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas. Autorizado mediante registro simplificado especial, en el que se garantiza su calidad farmacéutica y su inocuidad, sin que sea necesario presentar datos de eficacia (Directiva 2001/83/CE). Consulte con un profesional sanitario para su utilización y acuda al médico si los síntomas persisten”.

Más allá de avisar de posibles alergias desencadenadas por los medicamentos homeopáticos, dado que los glóbulos contienen lactosa y sacarosa (azúcar) se avisa, como posible efecto adverso, que “puede perjudicar los dientes”. Otra de las afirmaciones llamativas que pueden encontrarse es “Requiere una posología individualizada. Consultar con su farmacéutico o médico formado en homeopatía”, aunque se trate de productos sanitarios sin ningún respaldo científico.

Del limbo legal al visto bueno oficial

Durante décadas, los medicamentos homeopáticos han estado bajo un peculiar limbo legal en España. Estos productos no contaban con la autorización de la AEMPS ni tampoco con registro sanitario. A pesar de ello, los remedios homeopáticos estaban a la venta en farmacias por todo el país, sin respaldo legal y sin haber demostrado su eficacia y seguridad (esta última se presupone) en ensayos clínicos.

La singular situación de estos productos, tolerada por las autoridades sanitarias, ha sido uno de los diversos 'privilegios' de los que goza la industria homeopática en Europa, que comercializa dichos remedios disfrazados de medicamentos. De hecho, desde 1994, estos productos han incumplido sistemáticamente la ley en nuestro país con la tolerancia de las Administraciones. Ese mismo año se publicó el Real Decreto 2208/1994 para intentar regular la homeopatía en España, solicitando a los medicamentos homeopáticos con indicación terapéutica, los mismos procedimientos y requisitos que los fármacos convencionales.

El proceso de autorización nunca llegó a darse: el sistema colapsó por miles de solicitudes que no se tramitaron en el plazo legal. En teoría, el silencio administrativo tendría que haber provocado la retirada de los medicamentos homeopáticos. Lo que ocurrió, en su lugar, fue que estos productos continuaron en las estanterías de las boticas aun contando con indicaciones terapéuticas. Sin embargo, algo cambió a principios de 2022. Por primera vez en la historia de nuestro país, empezaron a estar autorizados por la AEMPS diversos medicamentos homeopáticos, en un proceso que aún continúa. ¿Significa eso que los medicamentos homeopáticos han demostrado, ya por fin, su efectividad en ensayos clínicos? Nada más lejos.

'Medicamentos' pero sin prescripción médica

Los privilegios de los productos homeopáticos son múltiples, empezando por su propio nombre. A pesar de que no han pasado por ensayos clínicos para demostrar su eficacia y seguridad, tienen el nombre legal de “medicamentos homeopáticos” lo que puede inducir a engaño en el consumidor. Por otro lado, estos productos se venden en las farmacias, que son establecimientos sanitarios, por lo que su presencia en ellos es otro factor añadido que lleva a confusión.

Además, los productos homeopáticos autorizados cuentan con un detalle muy peculiar, son “Medicamentos no sujetos a prescripción médica y sin indicación terapéutica”. En otras palabras, son placebos privilegiados por la ley. Cualquier otro producto de consumo humano sin efecto activo sobre el cuerpo humano (como una pastilla de azúcar) podría cumplir los requisitos del registro simplificado especial por el que pasan los remedios homeopáticos y con el que solo se garantiza su calidad farmacéutica y su inocuidad.

Aunque el etiquetado, los prospectos y las fichas técnicas de los medicamentos homeopáticos no puedan contener ninguna indicación terapéutica, las trampas a la ley son constantes. Por ejemplo, al buscar el producto Oscillococcinum en Google, el primer resultado que aparece en el buscador es del laboratorio homeopático Boiron, en cuyo titular se puede leer: “Oscillococcinum® | Síntomas de Gripe y Procesos Gripales”.

Por otro lado, si entramos en farmacias online no es nada difícil encontrar remedios homeopáticos con indicaciones terapéuticas tales como “Medicamento homeopático utilizado en amigdalitis y dolor de garganta”, “Medicamento homeopático especialmente indicado para artrosis del deportista” o “Medicamento homeopático utilizado tradicionalmente para aliviar los trastornos emocionales y de ansiedad que pueden venir acompañados de posibles trastornos del sueño”. Por si la ley sobre los medicamentos homeopáticos no fuera suficientemente privilegiada, la picaresca en torno a ellos es habitual.