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Europa triplica el número de contagiados por COVID-19 en apenas un mes

Francia ha ampliado el toque de queda, que ya afecta a la mitad de la población, por el repunte de los casos.

Raúl Rejón / Raúl Sánchez

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La segunda ola de COVID-19 se ha desbocado en Europa. Basta con mirar las curvas de contagios en Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos o República Checa: desde inicios de octubre, más que una curva son una pared vertical, debido al incremento abrupto de casos. La media semanal de nuevos pacientes se ha triplicado (casi multiplicado por cuatro) en un mes: de 56.000 a 198.000, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.

Mientras España se adentraba en la segunda ola de la pandemia en septiembre, el resto del continente miraba con cierta incredulidad nuestro caso. La incidencia acumulada global en la Unión Europea estaba en 46 positivos por 100.000 personas el 2 de septiembre contra los 227 de España. Aun así, la directora del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, advertía en el Parlamento Europeo: “El virus no ha estado durmiendo durante el verano. No se ha tomado vacaciones”. Un comentario casi profético a la luz de la evolución protagonizada por la enfermedad.

El gráfico muestra la curva de casos diarios en España desde el inicio de la pandemia. En la segunda ola ya se superó el pico de casos detectados en marzo y abril.

¿Somos el único país europeo donde han vuelto a subir tanto los casos? 👇
España fue el país en el que la segunda ola llegó antes en Europa. En agosto y principios de septiembre, éramos la excepción en el continente.

Por ejemplo, en Reino Unido, Italia y Bélgica apenas habían subido los casos hasta el 5 de septiembre.
Esta es la misma evolución si ajustamos los casos a la población de cada país.

La diferencia entre España y el resto de grandes países europeos es clara: multiplicábamos por 4 la incidencia del resto del continente
📈 La tendencia cambió con la llegada del otoño en Europa. A 10 de octubre, en cinco países europeos se habían disparado los casos y ya superaban a España en contagios diarios.
Una curva alarmante de casos que ha seguido ascendiendo en las últimas dos semanas.
La situación de Bélgica y República Checa incluso se sale de la escala: más 1.000 contagios al día por cada millón de habitantes.

Es decir, cada 24 horas se contagian uno de cada mil residentes.
📊 ¿Cómo se comparan estas cifras de la segunda ola en Europa con los mayores brotes registrados en otros continentes?

La subida de casos es mayor que cualquiera de las tres olas que se han registrado en EEUU, donde el nivel de detección es similar a Europa.
También Europa está por encima de los principales países de América Latina 🌎, aunque la mayoría realizan muchas menos pruebas que los países europeos y la cifra de contagios reales será mayor.

Las excepciones: Chile, que alcanzó un pico similar al detectado actualmente en Europa, y Argentina, donde los casos siguen subiendo
Israel y Catar, donde se aprobaron confinamientos estrictos, son los dos únicos países que han alcanzado niveles de incidencia (detectada) del virus superiores a los registrados hasta ahora en los principales países europeos.

En el resto de países del Golfo Pérsico se alcanzaron picos de 200 casos diarios por millón de habitantes.
La excepcionalidad de la situación en Europa se muestra al comparar con las curvas de casos de los 48 países del mundo que más contagios han detectado. Nunca antes se habían detectado cifras similares de contagios en un mismo continente.
Aunque las cifras de casos muestran que estamos registrando más infectados que en marzo y abril, la situación es muy diferente. En la primera ola en Europa solo detectábamos la punta del iceberg: los casos con síntomas más graves.

Ahora detectamos una mayor proporción de los contagios reales gracias al aumento de las pruebas diagnósticas.
Las cifras de mortalidad reflejan esta realidad. Ninguno de los principales países europeos están registrando cifras de muertes comparables a las de la primera ola.

Aunque empiezan a subir en Reino Unido, Francia e Italia, además de España
Hay que tener en cuenta que la mortalidad siempre llega con retraso respecto a los contagios. Es decir, ahora mismo estamos viendo los fallecidos que se contagiaron hace dos semanas.
La evolución vertical de los contagios en todo el continente tampoco invita al optimismo. Prácticamente todos los países están decretando confinamientos y restricciones duras para parar la curva de contagios.

En esta nueva fase, prácticamente todos los países de la Unión Europea están casi doblando el número de nuevos casos de una semana para otra: Alemania ha saltado en siete días de 42.000 a 69.000 contagios, Italia de 59.000 a 111.000, Bélgica de 59.000 a 98.000, Portugal de 13.000 a 18.000. La canciller alemana, Angela Merkel, ha admitido esta semana que “se ha duplicado la cifra de contagios tres veces en los últimos meses”.

Los números dibujan una segunda ola pandémica en Europa muy acelerada. Teniendo en cuenta la infravaloración que provocan los retrasos en las notificaciones de positivos, la incidencia en los últimos 14 días en Bélgica supera los 1.000 casos por 100.000 habitantes, al igual que en República Checa. Países Bajos ha alcanzado los 680 casos. Francia presenta una incidencia de 600 contagios por 100.000 habitantes, según la recopilación que hace el ECDC. España está ahora en 390.

El virus exige “contundencia precoz, no tardía”

Los epidemiólogos apuntan a la falta de acción previa y razones meteorológicas como denominadores comunes de lo que está pasando en Europa. El exsecretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, incide en que “no ha habido restricciones intensas ni medidas para la movilidad en Europa al regresar a los colegios y los trabajos. Los números actuales nos están enseñando la falta de medidas semanas atrás”.



En este sentido, el portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología, Ildefonso Hernández, insiste en que “debemos acostumbrarnos a que la toma de medidas tiene que estar en la línea que ha mostrado el comportamiento del propio virus: ha de hacerse con carácter exponencial”, es decir, incrementarlas con firmeza de manera rápida. El exdirector general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad explica que la COVID-19 ha enseñado ya que “la contundencia debe ser precoz, no tardía”.

A la tibieza en la toma de decisiones se le ha sumado la llegada del tiempo inestable y frío al continente, que disuade las actividades sociales al aire libre y “lleva a la población a preferir estar en interiores”, comenta Martínez Olmos. Esta cuestión, “refuerza todavía más la importancia que va adquiriendo la transmisión por aerosoles del SARS-CoV-2”, dice el epidemiólogo.

“La situación de rápido crecimiento en las últimas semanas, indica que hay un aumento claro de la transmisión del virus, pues independientemente del número de pruebas, que ha aumentado, ha subido la tasa de positividad y la frecuencia crece no sólo en jóvenes, también en personas mayores. Además, con la alta transmisión, la protección de las personas vulnerables se hace más complicada”, explica Ildefonso Hernández. Esta subida del porcentaje de pacientes mayores de 60 años es patente en España. El ECDC ya ha avisado, precisamente, del aumento de la tasa de positividad en los tests para SARS-CoV-2 por encima del 4%. Esa zona peligrosa la ocupan España, Portugal, Irlanda, Francia, Países Bajos, Islandia, Bulgaria, Rumanía, Polonia, Austria, Hungría, Eslovenia, Croacia y República Checa, según los mapas de situación del Centro.


Así se ha disparado la curva de casos en los principales países de Europa

Evolución del número de nuevos casos diarios confirmados en cada día. Se muestra el promedio de los últimos 7 días

Fuente: Johns Hopkins


Lo que está ocurriendo y eso ha llevado a la preocupación y alarma, es que después de un tiempo en que la subida de casos no se seguía de hospitalizaciones y muerte, la dirección está cambiando, analiza Hernández. En algunos países se está constatando un aumento de positivos en mayores de 60. “Los lapsos de tiempo que transcurrían en ver estresados los hospitales nos ha hecho ser más lentos en tomar medidas ante incidencias que eran altas, cierto que se hacían más tests, pero las cifras eran muy altas. La transmisión ha ido dejando los espacios de ocio y encuentros de jóvenes, para ir entrando en las casas de nuevo en toda Europa con cierta intensidad. Cierto que ahora los mayores se protegen más y eso puede tener un efecto atenuador en la subida, aunque es rápida”, remata el especialista en salud pública.

Así que, ante la escalada fulgurante de casos y la incidencia entre población vulnerable creciendo, numerosos gobiernos europeos han optado por, casi de golpe, adoptar medidas fuertes. Francia ha ampliado el toque de queda entre las 21.00 y las 6.00 anunciado hace una semana de manera que va a afectar ya a 54 departamentos y la mitad de la población. El Gobierno checo ha ordenado el cierre de comercios no esenciales después de clausurar la actividad en bares, restaurantes y colegios.


Fuente: Universidad Johns Hopkins


En Rumanía, Bucarest ha cerrado escuelas, bares y restaurantes, cines y teatro al llegar a un incidencia de 300 casos por 100.000 habitantes. En Italia hay toque de queda en las regiones de Milán, Nápoles y Roma y las de Turín, Toscana, Venecia y Calabria están estudiando esta medida. En Grecia, el Ejecutivo ha impuesto esa misma restricción de movimientos entre las 12.30 y las cinco de la mañana además de hacer, finalmente, obligatorias las mascarillas en espacios abiertos y cerrados. “Hasta que haya vacuna y mientras el virus circule hay que aceptar que debe controlarse la movilidad y hacer una vigilancia muy intensa”, avisa Martínez Olmos.

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