Ante el empeoramiento de la situación sanitaria, la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de los 16 ejecutivos regionales del país han decidido este domingo decretar una serie de restricciones para frenar una nueva ola del coronavirus y que pasan por limitar la vida pública y la actividad económica hasta el 10 de enero.
Tan solo los comercios esenciales podrán abrir a partir del 16 de diciembre. Los colegios también cerrarán sus puertas como tarde este miércoles y prolongarán sus vacaciones navideñas tres semanas y media, hasta el 10 de enero (frente al 4 de enero inicialmente previsto). Las reuniones, también en Navidad, se limitarán a cinco personas de dos domicilios (sin contar los menores de 14 años). Además, se recomienda el trabajo desde casa y se mantiene la prohibición de viajar.