Fallece Cecilia Giménez, la borjana que inmortalizó el 'Ecce Homo'
Cecilia Giménez, la vecina de Borja (Zaragoza) que se hizo famosa en 2012 por la restauración del Ecce Homo, ha fallecido en Borja a los 94 años. Giménez llevaba años ingresada en la residencia del IASS de la localidad junto a su hijo, que tiene una discapacidad intelectual.
Aficionada a la pintura, Cecilia trató de restaurar una de las obras de la capilla del Santuario de la Misericordia de Borja, el Ecce Homo, obra original de Elías García en 1923. No era la primera vez que trataba de restaurar una obra de este tipo, todas las veces con éxito. En este caso, tuvo que irse del pueblo antes de terminarla y unos estudiantes fotografiaron el fresco a mitad de proceso. El resto es historia: la restauración se convirtió en un auténtico fenómeno mundial y Cecilia nunca pudo terminarlo.
Si en un principio el Ayuntamiento incluso se planteó cómo devolver a su estado original la pintura, el huracán informativo a que dio lugar la pintura la convirtió en reclamo turístico de primer orden para Borja: hasta 300.000 personas pasaron en los diez primeros años por el Santuario de la Misericordio para contemplar el Ecce Homo.
En 2013, la borjana realizaba declaraciones a los medios de comunicación explicando lo que sucedió. Recordó que llevaba “años” arreglando esta pintura en el Santuario de Misericordia, pero en esta ocasión la obra “estaba muy mal, porque la pared tenía mucho salitre y se caía la pintura”. Por ello, decidió repintarla y restaurarla cuando se secase, “pero me tuve que ir de viaje con mi hijo y cuando vine me encontré todo el boom”, dijo, al apreciar que de “una tontería” esta anécdota se convirtió “en una cosa tan grande”.
Al principio, la repercusión abrumó a Cecilia: “Al principio estuve muy malica, malísima, porque se me vino todo, veía las cámaras y me asustaba, perdí seis kilos y no hacía más que llorar y llorar. Me pregunté por qué me ha tenido que pasar a mí esto, si lo he hecho con tan buena voluntad”.
En los últimos años, Cecilia había estado ingresada en una residencia de ancianos. Padecía demencia senil, por lo que no recordaba lo que ocurrió en 2012. La familia todavía guardaba en su memoria lo sucedido con “dolor”, porque “aunque todo haya acabado bien para ella es inevitable pensar en lo mal que lo pasó”. En declaraciones a Europa Press, Marisa Ibáñez, sobrina de Cecilia, aseguraba que la pintura original, de Elías García Martínez, estaba “prácticamente desaparecida” y que ella llevaba más de dos décadas ayudando a conservar el interior de la iglesia del santuario de Misericordia. “Si mi tía no hubiese hecho nada, ese dibujo ahora no existiría”. Explicó que hubo una filtración en la iglesia y que el salitre de la propia pared se caía, de manera que cuando salió a la luz aquella foto que se volvió viral Cecilia todavía no había terminado de repintarla.
En una década, 300.000 personas de 110 países distintos se acercaron hasta este municipio zaragozano para ver el Ecce Homo, que se quedó para siempre a medio hacer, expuesto en Borja y haciendo a la localidad famosa y destino turístico para ver la obra inacabada.
En 2016, abrió sus puertas el Museo Cecilia Giménez Zarco, situado en la plaza del Santuario de Nuestra Señora de Misericordia de Borja, donde se exponen 38 obras presentadas en anteriores concursos internacionales de artes plásticas, del 2013 al 2015, organizados por la Asociación de Vecinos del Santuario de Misericordia y creados en el año 2010.
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