El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha dicho este lunes que, cuando sea certificada una vacuna contra la COVID-19, su aplicación a la población del país “no será obligatoria y punto final”.
“El programa nacional de vacunación es de 1975” y, si bien la ley actual “incluyó la cuestión de las pandemias, es muy clara y dice que quien define (sobre la obligatoriedad) es el Ministerio de Salud”, dijo el mandatario.
Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia, acumula ya unos 154.000 fallecidos y 5,2 millones de casos, una incidencia que ha llevado a cinco grandes laboratorios trasnacionales a testar entre los brasileños las posibles vacunas que están en desarrollo.
Informa EFE.