El pan se convertía en metal noble antes de poder llevarlo a la boca. Una copa de vino se transformaba en oro justo al tocarla. Hasta un apretón de manos era un riesgo si el destinatario era el propio rey. Según la leyenda, todo lo que Midas tocaba adquiría de inmediato el brillo y el peso del oro, incluido cualquier ser vivo. Pero lo que parecía un milagro fabuloso tenía un origen mucho más mundano en la antigua Frigia.
Una tumba sorprendentemente intacta aparece justo donde nació el mito
Aquella imagen deslumbrante que inspiró relatos durante siglos tiene hoy una nueva lectura gracias a un descubrimiento reciente en el corazón de Anatolia. En la misma tierra donde floreció el reino de Midas, un grupo de arqueólogos ha encontrado una tumba intacta que podría estar directamente relacionada con su linaje. La excavación, desarrollada cerca del Museo de Gordio, se centró en el túmulo T-26, una colina artificial de unos 60 metros de diámetro que ocultaba una cámara funeraria sorprendentemente bien conservada.
Las excavaciones, impulsadas por el nuevo programa anual del Ministerio de Cultura de Turquía y la colaboración entre el Museo Penn y la Universidad Haci Bayram Veli, revelaron que la tumba contenía los restos incinerados de un personaje de alto rango vinculado con la familia real frigia. Aunque el techo se había derrumbado hace siglos, los objetos conservados en su interior aparecieron intactos.
Entre las piezas recuperadas destacan más de 80 artefactos metálicos, entre ellos grandes calderos de bronce, jarras, cuencos y recipientes de menor tamaño. Estos objetos formaban parte de un banquete funerario, práctica común entre la nobleza de la época. Algunos conservan restos textiles adheridos a sus superficies - precisamente la técnica que simulaba que todo fuera oro -, una singularidad arqueológica que permite estudiar los tejidos que vestía la élite de Gordio.
El ministro de Cultura, Mehmet Nuri Ersoy, explicó que “los 88 artefactos metálicos hallados en el túmulo T-26, la mayoría de los cuales se encuentran en buen estado, ofrecen pistas únicas sobre las tradiciones funerarias y la estructura social de los frigios”.
La incineración en la nobleza era más antigua de lo que se pensaba
La práctica de la cremación también sorprendió a los investigadores, ya que en este yacimiento solo se había documentado en tumbas de más de un siglo posterior. El responsable de las excavaciones internacionales, C. Brian Rose, señaló que esta tumba demuestra que la incineración formaba parte de los rituales de la élite frigia mucho antes de lo que se creía. Tal y como explicó, gracias a las excavaciones de Åenyurt “ahora sabemos que la cremación entre la élite se practicaba un siglo antes de lo que pensábamos”.
El túmulo se encuentra próximo al Túmulo MM, atribuido al padre del rey Midas, y presenta similitudes en su disposición. Aunque no se ha identificado con certeza a la persona enterrada, el tipo de objetos y el ritual funerario apuntan a un miembro de su familia o círculo más cercano.
Otro descubrimiento reciente refuerza la idea de una red de túmulos funerarios de alto valor simbólico en Gordio. Se trata del T-52, una tumba infantil excavada por el Museo de las Civilizaciones Anatólicas de Ankara y el Proyecto Gordio. En ella se hallaron restos de un niño menor de diez años junto a más de 3000 cuentas de ámbar báltico, lo que indica conexiones comerciales de largo alcance con el norte de Europa.
El trabajo arqueológico no se detiene y promete más sorpresas
La tumba T-26 no es la primera estructura funeraria importante descubierta en Gordio, pero sí una de las más reveladoras por el estado de conservación de sus piezas y su contexto cronológico. En otras campañas anteriores, los arqueólogos habían encontrado el edificio de madera más antiguo conocido, una esfinge de marfil dorado, mosaicos de piedra coloreada y una puerta monumental de ciudadela.
Las investigaciones continúan, ahora sin las limitaciones del calendario académico que antes restringía las excavaciones a los meses de verano. El equipo trabaja todo el año en colaboración con universidades locales, lo que ha acelerado los hallazgos y ampliado las posibilidades de análisis. Por el momento, los artefactos descubiertos en el túmulo T-26 están siendo conservados y documentados en el Museo de Gordio, a la espera de su exhibición.