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Casanova afirma que Estados Unidos debe negociar con China para evitar una “guerra económica”

EFE

Barcelona —

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La experta en empresas y mercados de países emergentes, Lourdes Casanova, afirma que “Estados Unidos debe negociar con China para evitar una guerra económica” entre ambas potencias como la que se desencadenó el pasado mes de mayo tras el veto de Estados Unidos a la multinacional china Huawei.

“China fue durante años un país de manufacturas baratas como ropa y zapatos y a los demás países les daba igual, pero en el momento en el que empezaron a hacer teléfonos mejores y empezaron a liderar en innovación, en Estados Unidos saltaron las alarmas y empezó el conflicto”, ha explicado Casanova en una entrevista con Efe.

De hecho, ha añadido, la llamada “guerra tecnológica” entre Estados Unidos y China ha sido latente durante los últimos cinco años, pero ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien la ha puesto de relieve tras considerar a Huawei una amenaza para la seguridad y justificar así su veto a la multinacional.

Para Casanova, la raíz de este problema es económica, y lo ha relacionado con la adopción de políticas proteccionistas por parte de Estados Unidos: “Quien se supone que imponía el mercado global ahora empieza a cerrarse, y no sólo a China, porque antes el país también limitó parte de sus importaciones de Brasil y Canadá”.

La experta cree que la economía mundial está virando hacia un periodo en el que los mercados “van a estar un poco más cerrados” y se ha mostrado crítica con esta dinámica: “El mundo será siempre global porque lo cierto es que muy pocos países pueden ser autosuficientes y necesitan comprar y vender al exterior”.

Según Casanova, este nuevo escenario no le conviene a los países de la Unión Europea ya que “carecen prácticamente de recursos naturales” y, en caso de seguir los pasos de Estados Unidos, “tendrían más dificultades para vetar a empresas como Huawei” ya que se encuentran más asentadas en el continente.

Lourdes Casanova ha dedicado cerca de 30 años a investigar los mercados y las empresas de los países emergentes, primero de Latinoamérica y en los últimos años de China, y actualmente dirige el Instituto de Mercados Emergentes de la Universidad de Cornell (Ithaca, Estados Unidos).

En su libro “La era de las multinacionales chinas”, escrito conjuntamente con la académica Anne Miroux, Casanova analiza el papel que han tenido las empresas del gigante asiático en la economía mundial y las claves que explican cómo se han convertido en líderes en diferentes sectores en los últimos 15 años.

La expansión de China empezó con la apertura de su economía hace 40 años, y desde entonces, su PIB ha crecido de forma “espectacular” hasta alcanzar en 2018 los 11,5 billones de euros y situarse como la segunda potencia económica, justo por detrás de Estados Unidos.

Según Lourdes Casanova, China y sus empresas “entendieron perfectamente las reglas de la economía mundial” y aprovecharon su gran mercado interior y el de los países próximos para expandirse, pero el punto de inflexión fue la crisis financiera de 2008, que les permitió dar el salto a Europa y Estados Unidos.

Además de la globalización, el papel del gobierno chino ha sido “fundamental” gracias al impulso de políticas de planificación económica y la colaboración “estrecha” con las empresas, a las que el gobierno ha dotado de grandes infraestructuras.

“China al principio se ofreció como un lugar de fabricación barato para el resto del mundo, pero muy pronto empezaron a producir manufacturas de forma muy eficaz y excelente respecto a la logística”, afirma Casanova, quien recuerda que el país es ahora el principal exportador del mundo a través de sus puertos.

En todo este proceso de expansión industrial, explica la académica, el país “no perdió el tren de la innovación” y sus empresas han conquistado también el liderazgo en la tecnología 5G, el pago por teléfono móvil, la inteligencia artificial y la transmisión eficiente de energía eléctrica a grandes distancias.

Otra clave del éxito global de China es su competitividad: “Producen a precios más bajos que el resto de estados porque tienen que adaptarlos a sus propios clientes en el país, donde el PIB per cápita es mucho más bajo que el de las principales economías”.

“No es que sean ni mejores ni peores que otros, sino más baratos, eficientes y flexibles porque es parte de su ADN”, explica Lourdes Casanova sobre este atributo de las multinacionales chinas.